La batalla al más puro estilo David contra Goliat que mantiene la federación de asociaciones de vecinos Solidaridad con las grandes compañías telefónicas sigue su curso. Aunque el colectivo no ha conseguido frenar la instalación de antenas de móviles en la ciudad, su junta directiva no se da por vencida y ahora centra el foco en el uso de este tipo de aparatos por parte de los más pequeños.
Convencidos como están de que la proliferación de las antenas y la utilización de estos teléfonos es altamente perjudicial, han remitido una carta al Defensor del Menor en Andalucía, José Chamizo, solicitándole que impulse la creación de una campaña de concienciación dentro de la Agenda Escolar 21 contra lo que consideran un uso inmoderado de celulares entre los niños.
La campaña, como especifican en la citada misiva, iría orientada no solo al alumnado sino también a profesores y padres, e incidiría en “los riesgos del uso precoz, indiscriminado y prolongado de teléfonos móviles y otros dispositivos que emiten radiaciones microondas”.
Su petición la cimentan en diversos informes como la recomendación del 17 de septiembre de 2007 de la Agencia Europea de Medio Ambiente, que advierte de que si no se adpotan las correspondientes medidas de protección de la población, ello podría conducir a una crisis de salud similar a las causadas por el amianto, el tabaquismo y el plomo en la gasolina.
Por todo ello, desde la federación instan a las autoridades a que fomenten la instalación de conexiones a internet por cable en los centros escolares y regulen de forma estricta la utilización de teléfonos móviles por parte de los estudiantes en las instalaciones educativas. Aunque en la citada carta, la junta directiva reconoce que siguen sin existir informes concluyentes acerca del perjuicio para la saluad de las antenas, alude a la aplicación del “principio de precaución” recordando que, según el Tribunal de Estrasburgo, cuando existen amenazas de daños graves e irreversibles no se debe utilizar la falta de certidumbre científica total como excusa para aplazar medidas eficaces.