El grupo de mayordomía de la hermandad de la Cena ha dejado expuesto para su veneración por su onomástica en el sagrario de San Marcos a la imagen de San Mateo Apóstol. Con esta decisión, la cofradía que dirige Daniel Romero ofrece una oportunidad única para conocer la obra de Ortega Bru, una de las más admiradas de la Semana Santa no sólo local, sino regional. La talla será venerada durante todo el viernes 21, siendo a las nueve de la noche la tradicional Hora Santa que organiza esta hermandad sacramental, que servirá de cierre al acto piadoso.
Haciendo una breve semblanza histórica, San Mateo, titular de la parroquia que aglutina la iglesia de San Marcos, la de los Cuatro Evangelistas, es patrón de banqueros, contadores y fuerzas de seguridad. Hijo de Alfeo, vivió en Cafarnaún, en el lago de Galilea, y fue un publicano, un colector de impuestos para los romanos. Hombre de notable posición social y económica, ya que está confirmado que disfrutaba de un sueldo lucrativo, era un hombre sabio y prudente, y entendía perfectamente lo que seguir a Jesús le costaría. Pero no tuvo dudas y dejó todos sus intereses y relaciones para hacerse un seguidor de Jesucristo. Tras la muerte de Jesús, San Mateo predicó varios años en Judea y en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles. Un poco antes de la separación definitiva del apostolado, se cree que escribió su evangelio, para satisfacer los conversos de Palestina.
Murió mártir, y fue enterrado en Hierapolis en Porthia. Sus reliquias fueron traídas al Oeste por el papa Gregorio VII, y en una carta al obispo de Salerno en 1080, testifica que fueron guardados en una iglesia que tenía el nombre de la ciudad, lugar en el que todavía reposan sus restos.