El 10 de octubre es el día en el que el Consorcio Provincial de Bomberos podría hacer efectiva la expulsión de Jerez. Una jornada clave que los funcionarios del Parque jerezano esperan con inquietud, mientras advierten de que en el caso de que ello se produzca finalmente, los habitantes de poblaciones cercanas quedarán ciertamente desamparados cuando sufran incendios o accidentes de consideración que requieran un refuerzo de bomberos. Como explicaron fuentes del Cuerpo, Jerez hace las veces de Parque Central de Zona, lo que implica que ofrece una cobertura fundamental para El Puerto, Sanlúcar y Arcos ante sucesos de envergadura.

Si finalmente acaba expulsado del Consorcio Provincial, esta fuentes aseguran que esas zonas quedarán desprotegidas y ello supondá un peligro importante para su población. El principal problema radica en que habría que ubicar la centralidad en otro parque, con lo que las distancias y el tiempo de reacción se multiplicarían, puesto que Jerez se dedicaría en exclusividad a su término municipal al depender únicamente del Ayuntamiento. “El tiempo de reacción de los bomberos quedaría desvirtuado -lamentan- y de eso consideramos culpable tanto al Consorcio como al Ayuntamiento”.

Unas reflexiones que hacen públicas mientras cada uno de ellos apura las últimas horas que le quedan para decidir (ya que se trata de una opción personal) si quedarse en el organismo provincial o pasar a pertenecer a la administración local, si la expulsión se convierte en un hecho. Aunque el presidente fijó como fecha límite el día 10, los profesionales creen que si se da luz verde al expediente, durante el tiempo de alegaciones el Ayuntamiento tendrá posibilidad de reacción e impedirá que se le expulse. En este sentido, continúan con la idea de que la amenaza de escisión no es más que una manera de “presionar” al Consistorio para que haga frente a los pagos pendientes.

“Lo malo -como argumentan los afectados-, es que con esto también se nos presiona psicológicamente a nosotros y nuestra capacidad queda debilitada. Están originando un malestar en los grupos que eso perjudica al personal, y también al servicio que se presta”. Los próximos días serán cruciales para una posible solución al conflicto; los bomberos, no obstante, no desconvocarán las movilizaciones hasta que no cobren la última de las nóminas pendientes.