Nada más poner un pie en la barriada conocida popularmente como El Mopu, uno se da cuenta de las dimensiones que allí ha alcanzado la huelga de basuras. El olor de las calles resulta penetrante, mientras las hojas invaden las aceras y los contenedores están comidos de bolsas abiertas y desperdicios, que llegan hasta la carretera y de los que salen ratas y todo tipo de insectos. Los vecinos juran y perjuran que por allí no ha pasado un alma desde que se iniciaran los paros el pasado viernes; es decir, que los servicios mínimos han brillado por su ausencia, mientras los trabajadores afirman que ellos hacen lo que pueden dentro del cumplimiento de éstos. Sin dudar de su palabra, hay una cosa cierta e incuestionable: La Constitución (Mopu) presenta un aspecto mucho más insalubre que la inmensa mayoría de los barrios jerezanos.
De la mano de la presidenta de la asociación vecinal, Inés Castilla, Reporteros Jerez ha recorrido sus calles evidenciando el estado en el que se encuentran. “El domingo por la mañana fue horroroso, porque las hojas nos invadían y dos o tres vecinas se tuvieron que poner a barrer. El mal olor se nota a leguas y menos mal que está lloviendo y eso apacigua un poco la cosa. En esta barriada vivimos 500 familias y quizá por eso no pasan, porque somos muchísima gente, pero lo cierto es que nos tienen marginados”. La basura se acumula en el exterior de comercios como la tienda de alimentación ‘El Fendi’ o junto a la parada de autobús.
El volumen de residuos es impactante, aumentado como explica Inés por el hecho de que otras barriadas cercanas como Luis Parada también acuden a sus contenedores a dejar la basura, al carecer de éstos. “Los coches tienen que esquivar las bolsas -comenta un vecino- y de aquí están saliendo ratas como liebres, al lado de un negocio. Esto es insalubre”. Los residentes comienzan a cerrar sus ventanas debido al mal olor, mientras observan cómo el agua que está cayendo se empapa de suciedad y baja por el alcantarillado. “Estamos desesperados y nos preguntamos dónde están los servicios mínimos, vamos a coger una infección. Como sigamos así llevaremos todas las bolsas al centro de la carretera para quitarlas de aquí, donde hay tantos niños y personas mayores”.
Otros vecinos que pasan en el momento de la entrevista al lado de Inés, la animan para que tome una determinación y organice una manifestación de protesta. De hecho, la presidenta confiesa que ya se ha informado sobre los permisos pertinentes para concentrarse y cortar el tráfico, algo que será apoyado por la inmensa mayoría de la comunidad. “Algo tenemos que hacer. En el centro no pasa esto, y nosotros no vamos a ser menos que nadie”.
La Junta no ve riesgo para la salud
Desde la Junta de Andalucía, sin embargo, no ven que el problema llegue a tanto y de momento han descartado que la huelga de basuras conlleve un riesgo para la salud de la población. Así lo han confirmado fuentes oficiales, justificándolo en que en las continuas inspecciones realizadas aún no se ha dado la voz de alarma. El tiempo, no osbtante, está favoreciendo esta circunstancia gracias a la bajada de temperaturas y las continuas lluvias. Si persisten los paros, todo apunta a que ningún componente externo podrá parar la creciente ola de insalubridad en la ciudad.