Aunque Jerez ha sido el escenario de la presentación oficial, la tercera edición de la Escuela de Pastores tendrá por sede la localidad serrana de Grazalema. La iniciativa, puesta en marcha por la Junta de Andalucía con gran éxito, pretende formar a 15 personas en las labores ganaderas con el objetivo de contribuir a desarrollo del sector y a la economía de la zona.
En primer lugar, serán los ganaderos los que reciban unas horas de formación para luego ellos enseñar a los aspirantes a pastores en sus propias expolotaciones. Esta primera fase se desarrollará en el mes de enero. Poco después, en febrero, comenzará el periodo formativo -tanto teórico como práctico- para los estudiantes, que acabará en el mes de mayo. “La orientación del curso este año es ovino-caprina y no solo caprina, enfocada a la producción cárnica, como hasta ahora”, ha explicado la secretaria general de Agricultura y Alimentación, Judit Anda, que ha destacado la importancia de la elaboración de productos artesanales en la zona como el queso. Una de las mayores preocupaciones del sector es el relevo generacional de ahí a que se ocupen de “hacer atractiva” la ganadería a los jóvenes. La responsable destacó, no solo la oportunidad laboral, sino la importancia del pastoreo en la conservación medioambiental de las especies y de los parques naturales como el de Grazalema. Así, buscan “personas con iniciativa” para “hacer posible que la ganadería se entienda como un servicio imprescindible a la sociedad”, ha señalado Anda, que estuvo acompañada por el delegado territorial de Agricultura y Medio Ambiente, Federico Fernández.
El parque natural de Grazalema cuenta con una superficie de pastos superior a las 11.000 hectáreas, donde se crían especies emblemáticas como la oveja merina grazalemeña y la cabra payoya. Otra de las utilidades del pastoreo es la prevención de incendios, ya que sirve para reducir la vegetación más susceptible y mantiene en buen estado los cortafuegos. Esta iniciativa ha provocado un importante aumento del número de pastores y cabezas de ganado, que han pasado de 6 trabajadores y 800 animales en 2010 a 30 pastores y más de 6.000 ejemplares en la actualidad.
Para el ganadero Francisco Rubio, de la localidad malagueña de Casarabonela, “es una iniciativa positiva pero hay que escoger bien a los alumnos”, asegura este tutor de la escuela de pastores. A día de hoy, su pupilo -que ha montado una ganadería en La Rioja- le sigue consultando por teléfono sus dudas. Su compañero, Juan Ríos, de El Burgo, destaca que “no es fácil enseñar a alguien que no conoce el mundo de la ganadería. Es muy importante que sepan que son muchas horas de trabajo y de domingo a domingo”.
Los interesados en dedicarse a esta profesión pueden apuntarse a la Escuela de Pastores hasta el 13 de enero.