La tragedia ocurrida en el Madrid Arena hizo saltar las alarmas y poner bajo sospecha a todas las empresas organizadoras de macrofiestas, a las que no se les dio una tregua en Nochevieja y fueron sometidas a un estricto control en todo el territorio nacional. Jerez no iba a ser una excepción, y fuentes policiales han confirmado a este medio que se puso el acento especialmente en la discoteca La Galería, fuente habitual de conflictos y en la que se celebró uno de los cotillones más multitudinarios de la ciudad. Tras las doce campanadas, un operativo de Policía Nacional se desplazó al lugar para comprobar que se habían vendido cientos de entradas falsificadas.
Fue el personal del local el que se dio cuenta de la situación gracias a una máquina que se instaló a tal efecto, lo que originó el lógico caos a las puertas de la discoteca, pues eran muchos los que habían pagado una entrada que ahora se les negaba. Según estas fuentes, la mayoría de esos tickets falsos habían sido vendidos en la zona rural, en núcleos como Cuartillos, por lo que la Policía ha abierto la correspondiente investigación para depurar responsabilidades, Los dueños del negocio, por su parte, también mostraron su intención de denunciarlo expresando una preocupación evidente tras lo acontenido en la macrofiesta de Halloween madrileña.
Aparte de este percance, los agentes pillaron a varios jóvenes que habían intentado entrar con DNI de otras personas al no tener la mayoría de edad, algo que siempre sucede en este tipo de acontecimientos. Por lo demás, la noche se desarrolló tranquila y sin grandes incidentes en otras importantes aglomeraciones como la del Arenal o las fiestas organizadas en la plaza del Cubo y la plaza Melgarejo. Los bomberos también realizaron escasas intervenciones, como la de algún contenedor quemado por un vándalo.