El Xerez ha comenzado hoy su semana de trabajo físico y mental. El equipo ha estrenado farolillo rojo y tiene claro que “más bajo no se puede caer”, según ha destacado en rueda de prensa Chema.
“El trabajo diario del equipo es bueno, estamos contentos con todo el cuerpo técnico, porque si no, el trabajo no sería el mismo”, aseguraba el cancerbero alicantino del Xerez, quien entiende que “el equipo no está hecho como para estar tan abajo, por eso tenemos que apretar los dientes, aceptar las hostias que nos están dando y estar todos unidos, ya que la realidad de este club pasa por estar en Segunda”.
Chema ha dejado claro que no piensa en descenso, ya que “mientras existan opciones de salvarnos voy a pensar que es posible”, a la vez que entiende que “es entendible que el míster esté en la picota. Igual otro entrenador no aguanta lo que aguanta Esteban, pero es un crédito que se ha ganado a pulso y de no ser por él lo más seguro es que este club hubiera desaparecido ya”.
El portero destacaba en la sala de prensa de Chapín que “ahora llega la hora de salir de abajo y todo lo que hagamos es para salir para arriba. Nos quedan 17 finales y hay que ganar en Soria como sea”. Y es que el meta azulino confía “la permanencia, está claro, pero cada año es diferente, el vestuario es diferente, aunque las ganas deben ser las mismas. Los aficionados sé que nos van a apoyar como el otro día mostraron y vamos a dejarnos la vida”, en referencia a la permanencia lograda en la temporada 2007/08.
Por último, y en referencia a la derrota sufrida el pasado sábado ante el Real Madrid Castilla, Chema declara que “el vestuario era un cementerio y es comprensible, porque la losa en la espalda ya la notamos. Hay que venirse arriba, el sábado estábamos con ganas de llorar, de mandarlo todo a la mierda, pero ya hoy ves que hay vida, y mientras haya vida hay esperanza. Estoy convencido de que vamos a salir de ahí, no es cuestión de vender humo, sino que no podemos arrojar la toalla porque quedan 17 finales”.