La hermandad del Rocío vivió el pasado domingo una de esas jornadas históricas, que quedarán para siempre en el recuerdo de cuantos se acercaron al encuentro con la Virgen. Celebrando el año jubilar rociero, decretado por el Santo Padre Benedicto XVI, la corporación que preside Isaac Camacho decidió cursar visita a la hermandad de la Yedra, que celebrará la coronación canónica de Nuestra Señora de la Esperanza, y lo hizo de la mejor manera posible, con la propia Virgen del Rocío presidiendo su cortejo.
El rosario de la aurora, a primera hora de la mañana, tuvo intensos momentos antes de llegar hasta la Plazuela, como el paso de la corporación por las calles de San Miguel, donde fue recibida por la hermandad del Santo Crucifijo de la Salud, o el regreso por la calle Larga, a una hora más avanzada en la mañana que permitió que se congregara algo más de público a la llamada de los piteros.