Desgraciadamente, la iglesia de Santiago ha vuelto a ser objetivo de los ladrones una vez más y van ya demasiadas. El estado de cierre y paralización de las obras del templo propicia que los amigos de lo ajeno vean en el edificio histórico una buena oportunidad. En esta ocasión, las cuatro columnas y las pinturas del retablo del Prendimiento han sido el botín.
Ante este nuevo suceso, la alcaldesa, María José García-Pelayo, ha solicitado al delegado del Gobierno andaluz en la provincia, Fernando López Gil, que garantice la seguridad de la iglesia de Santiago. Igualmente ha hablado con el obispo de la Diócesis. Monseñor José Mazuelos, para interesarse por el alcance del robo.
La regidora ha recordado que es la Junta de Andalucía la que, desde el inicio de las obras, tiene la obligación por ley de custodiar el edificio al habérsele cedido su titularidad durante la realización de la obra en virtud de un acuerdo con el Obispado.
Desde el Ayuntamiento recordaron también que el pasado 19 de diciembre de 2012, la alcaldesa remitió una carta al consejero de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, solicitándole una reunión urgente al objeto de abordar la situación de la iglesia de Santiago, y ya advirtió que desde la paralización de las obras, el templo ha sido objeto de varios actos de vandalismo y robos, tanto en el interior del templo, como en el recinto de obra.
Propuesta de Pleno
Además, el Pleno ordinario del pasado mes de diciembre aprobó por unanimidad una proposición conjunta de los grupos municipales PP, PSOE, Foro Ciudadano e Izquierda Unida para solicitar a las distintas administraciones, Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Gobierno Central, que adopten las medidas, recursos, posibilidades y cuantas gestiones sean necesarias para poder culminar la consolidación de la iglesia de Santiago, declarada Bien de Interés Cultural.