El delegado territorial de Medio Ambiente, Federico Jiménez, ha comparecido en el pantano de Bornos para realizar una evaluación de la situación rural tras el temporal transmitiendo un mensaje claro: la Junta no va a invertir en infraestructuras de alto coste económico ni medioambiental dentro de zonas inundables. Así lo ha anunciado de forma literal, haciendo hincapié en que la solución para evitar futuros problemas pasa por el planeamiento municipal y no por obras de envergadura para evitar el discurrir de la naturaleza. “Las políticas de Europa no están orientadas a obras de presa ni canalizaciones de los ríos, sino a tirar del territorio. No tendría sentido colocar edificaciones en zonas que sabes que son inundables. La naturaleza es la que es, y no podemos doblarle el brazo al río”.
Desde esta perspectiva, ha puesto el acento en la prevención centrada no solo en ese planeamiento sino también en una herramienta indispensable como es el estudio de inundabilidad del Guadalete, que estará finiquitado en breve y que permitirá descubrir con bastante antelación cómo se comportará el río. Para todo ello, las distintas administraciones implicadas crearán un grupo de trabajo con el fin de analizar las medidas a adoptar para que se minimicen daños en la medida de lo posible y siempre con la vista puesta en los núcleos poblaciones que puedan verse afectados por las inundaciones.
Más allá de eso, el delegado tiene claro cuál será la prioridad: “Tenemos que garantizar el interés general y podemos decir que tendremos agua en toda la zona de la Bahía durante los próximos cuatro años, lo que es muy importante. No podemos por dos, tres, cuatro o cinco agricultores que tienen su cultivo al lado del río poner en solfa el abastecimiento de toda la zona gaditana”. El delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, ha comparecido junto a Jiménez para anunciar que “la previsión es buena”, ensalzando la gestión llevada a cabo por los técnicos de los embalses que han logrado que la cuenca del Guadalete se sitúe en el 92% de su capacidad, lo que garantizará esos cuatro años de abastecimiento urbano y de riego. El delegado ha informado además de que se ha superado en un 400% la media de agua registrada por lluvias en los meses de marzo de los últimos 25 años, subrayando que los perjuicios “han sido mínimos y todos en zonas inundables”.
El director de Explotación de Embalses, Óscar Cortés, ha aportado datos del trabajo realizado por su equipo, que comenzó los desembalses el 25 de febrero gracias a la previsión meteorológica. Ello ha permitido que se haya estado desembalsando a un ritmo frenético (a un 250% más de lo habitual) lo que ha contribuido a reducir el caudal de los ríos en un 75%. Aún así, en el término municipal de Jerez han sido 370 las hectáreas de cultivo de regadío que han quedado inundadas; todas ellas, como insisten los delegados, ubicadas en la vega de inundación del Guadalete.