El rugido de los motores de las más potentes motocicletas empezó a sonar ya de forma constante ayer en las principales vías de entrada a Jerez, la avenida de Arcos y la avenida de Europa, que con el paso de las horas y la caída de la noche se fueron llenando de vida gracias al desembarco de los aficionados al deporte de las dos ruedas que un año más no se han querido perder su cita con la Catedral de las motos.

“Venimos con el presupuesto más ajustado, y hacemos menos comidas fuera, pero a Jerez no podemos faltar”, explicaba ayer Ramón, un motero zaragozano que al filo de las 20 horas ya descansaba del largo viaje en una de las terrazas de la avenida Lola Flores. Fue esta zona, junto la concurridísima avenida Álvaro Domecq -a la altura de locales de ocio como Kapote-, la que congregó al mayor número de moteros anoche. “Algo de cena, una copa, un poco de música y a prepararnos para la jornada del sábado que será el día grande de gente, y para el domingo que son las carreras”, explican desde un grupo de amigos que disfrutaban en una de las barras instaladas en Álvaro Domecq.

El resto de la ciudad, como el centro, la zona de Hipercor o Chapín también recibieron a algunos moteros, y las terrazas de los bares estaban más llenas que de costumbre, pero “ya no ocurre como otros años, cuando se veían el jueves y el viernes esto era una fiesta”, apunta el camarero de uno de los restaurantes de las inmediaciones de Lola Flores. Y es que la crisis se deja notar, y por eso no será hasta hoy cuando se produzca el desembarco más masivo de aficionados.

No fue un imán para estos visitantes la Feria de Jerez, que aunque se inaugura de forma oficial el lunes con el alumbrado ya se prepara para echar a rodar este fin de semana. De hecho, las casetas cuentan ya con el visto bueno del Ayuntamiento para disponer de servicios como luz y agua desde anoche, y en el Real algunas de las luces ya se habían encendido anoche para dar un aspecto algo más atractivo a la fiesta de cara a la motorada.

Pese a todo, a primera hora de la noche en buena parte de las casetas los trabajadores aún se afanaban en terminar el montaje trasladando tableros, colocando telas, dando retoques a la portada y “esperando a que mañana por la mañana ya lleguen las barras y podamos empezar a enfriar las bebidas”.

Por eso, la principal presencia anoche en el Real era la de los jóvenes de Jerez que celebraron un macrobotellón en el parque anexo al Real, mientras que los moteros con ganas de Feria cogieron la carretera en dirección a Rota, donde se celebra este fin de semana esta fiesta.

Donde sí hubo masiva presencia de moteros fue en El Puerto de Santa María, que ha vuelto a abrir de forma parcial algunas de sus calles a los aficionados a las motos, y que anoche vio como todos sus bares y terrazas se volvían a llenar como no ocurría hace años.

Tampoco faltaron moteros en el centro de Jerez. Y es que pese a que el rugido de motores y la presencia de vehículos no fueron tan abrumadores allí como en el resto de zonas, lo cierto es que se pudo ver paseando y cenando en las terrazas a muchos grupos de visitantes vestidos con cazadoras de cuero y mochilas con cascos.

Y junto a ellos, la nota curiosa del día que anoche era la comidilla de las redes sociales: la presencia en la ciudad de la estrella de Hollywood Ashton Kutcher, ex de Demi Moore, y que en su próximo papel en la gran pantalla interpreta a Steve Jobs, el ‘padre’ de Apple. Junto a él su novia, la también actriz Mila Kunis, que coincidió con él en la serie ‘Aquellos maravillosos 70′ y a la que se pudo ver en ‘Cisne negro’.

Como contaban anoche en Twitter y Facebook las decenas de personas que se los cruzaron, algunas de las cuales casi no daban crédito, pasearon tranquilamente por el centro y cenaron en una terraza de la plaza de la Yerba para luego desembarcar en un típico tabanco de la ciudad, El Pasaje. Más datos daba la cuenta de Facebook de este negocio, que narraba que ayer por la tarde visitaron el establecimiento para disfrutar de los vinos y de un poco de flamenco, pero como llegaron tarde regresaron por la noche para disfrutar del espectáculo de Sandra Rincón y Ramón Trujillo, donde se hicieron multitud de fotos con todo el que se lo pidió.