Al término del partido entre el Xerez y el Córdoba que supuso el descenso de los azulinos a Segunda B se vivió una extraña situación de normalidad. A pesar de que el club vivía uno de sus días más tristes y de que perdía la categoría profesional después de disfrutar los mejores años de su historia no hubo la sensación de que se valorara lo que se estaba perdiendo. En estos casos es habitual que afloren los sentimientos y se suelte alguna lágrima, pero nada de eso hubo sobre Chapín. Es más, futbolistas como Keita incluso tuvieron una sonrisa para el cuerpo arbitral.
Uno que sí pareció algo más afectado fue Toni. El canterano ¿disfrutó? ayer de nueva de la titularidad y pese a la complicado del momento, tiene su idea clara: “Para mí nunca es un marrón jugar y defender este escudo. Si el míster considera que tengo que jugar pues intentaré hacerlo lo mejor posible. Vamos a ver cómo está el club para el año que viene para intentar retomar esta situación. Ha sido un amargo regreso por la derrota y por el descenso matemático. Pero son situaciones que se viven en el fútbol y hay que superarlas”.
Quizás influenciado por el marcador, no valoró el porcentaje de posesión del Córdoba y realizó la siguiente valoración del partido: “Creo que en la primera parte hemos dominado y nos hemos adelantado, pero a la media hora de la segunda parte hemos tirado el encuentro en cinco minutos por culpa de dos jugadas tontas”.
Por último, tuvo una palabras para esos xerecistas que nunca fallan y que ayer no quisieron dejar solo al equipo en el día del descenso: “Los que han venido son los que de verdad sienten al Xerez esté en la categoría que esté. Hay que agradecérselo. Todos sabíamos que la cosa estaba muy complicada y que era muy difícil salir de esta situación. El vestuario está jodido, pero intentaremos acabar de la mejor manera esos cinco partidos que quedan”.