Los aficionados al flamenco tienen este sábado (20.30 horas) una nueva oportunidad de disfrutar del baile de Mercedes Ruiz. ‘Baile de palabra’ es el espectáculo que pisará por primera vez las tablas del Villamarta después de haberse estrenado en la Sala Compañía dentro de la programación del Festival de Jerez.
-¿Qué significa ‘Baile de palabra’ en su carrera?
-Queríamos ofrecer más con menos. Es un espectáculo muy íntimo, donde la voz y la música tienen el mismo papel que el baile. Tiene solo los elementos del flamenco, sin que esté yo muy arropada en el escenario. Es un montaje muy flamenco, íntimo, y muy difícil de hacer porque hay que estar perfecta. Es un reto para mí.
-Este espectáculo se estrenó en el Festival de Jerez pero en la Sala Compañía y ahora va al Villamarta. ¿Ha tenido que hacer cambios?
-El único cambio que hay es que en la Sala Compañía solo iba al cante David Lagos y ahora viene también David Carpio. Es un espectáculo que se estrenó muy trabajado y no hemos tenido que hacer cambios importantes.
-¿Tiene ganas de reencontrarse con el público del Villamarta? ¿Siente más responsabilidad jugando el partido en casa que fuera?
-Tengo muchas ganas y mucho respeto, como todo artista, por la responsabilidad que eso supone. Pero me siento con mucha fuerza. La responsabilidad siempre está ahí, esté en Japón o en Jerez, porque el público ha hecho el esfuerzo de comprar una entrada para verte. Yo me pongo igual de nerviosa en todas partes y la presión es la misma. La única diferencia es que en Jerez está la familia.
-¿En qué momento artístico se encuentra?
-Me encuentro bien, muy fuerte. Tengo el espectáculo interiorizado aunque depende mucho de cómo esté ese día porque es un montaje muy complejo. También tengo muchas ganas de crear cosas nuevas.
-¿Hay nuevos proyectos en el horizonte?
-Dentro de poco participo en una conferencia sobre Carmen Amaya que va a dar Manuel Curao en Bilbao, con la BBK. Él hablará sobre la artista y yo intentaré interpretar su baile. Es un proyecto muy bonito.
-Y mientras tanto sigue con los cursos en su academia
-Sigo con los cursos y, sobre todo, con mi trabajo diario. No quiero que el espectador me vea bailando sin ofrecer nada nuevo, por eso trabajo cada día. A eso me ayuda mucho Paco López, que me conoce, sabe lo que quiero y sabe sacarme partido. Hemos establecido una relación especial porque a los dos nos gusta lo que hacemos, cómo me dirige y lo que yo puedo ofrecerle. Es complicado sacarme de mi forma habitual pero él lo está consiguiendo. Es un trabajo a largo plazo.
-Ese trabajo diario es, quizás, la parte menos conocida de la vida de una bailaora
-Sí, y lo más duro. No todo funciona tan bien siempre como una espera. Estar ante el espejo cada día es lo que te da la fortaleza y la seguridad suficiente para el escenario. La vida del bailaor es complicada porque anímicamente tenemos que estar bien, tiene que estar presente la técnica, la capacidad creadora… ahí sigo cada día.