Un club de fútbol encuentra sentido a su existencia cuando llega el fin de semana y expone sobre un terreno de juego el esfuerzo de un trabajo. Pero desde hace tiempo el Xerez Club Deportivo es un sinsentido y por eso apenas importa lo que suceda en un rectángulo de juego durante una tarde dominical. La afición azulina poco quiere saber de lo que haga su equipo, pues la vergüenza ha logrado solapar al orgullo xerecista y poco aporta el encuentro que el Deportivo libra esta tarde ante el Huesca.
Los de Carlos Ríos afrontan el penúltimo acto del despropósito deportivo tras una semana marcada por las sospechas de amaños de partidos y los juicios por las luchas institucionales. El sanluqueño, una vez más, mantendrá el bloque que semana tras semana incrementa la montaña de malos resultados, para medirse a un Huesca que tiene pie y medio en Segunda B.
El cuadro norteño no quiere bajar los brazos a pesar de lo complicado de su permanencia, pero al menos confía en ser el mejor de los descendidos y poder optar a una hipotética plaza vacante en la categoría de plata del fútbol español.
D’Alessandro tiene a todos sus hombres disponibles para tratar de quedarse con los tres puntos, aunque ya ha realizado el típico aviso: “No hay rival pequeño”. En el fondo, espera sumar tanto los tres puntos del Xerez como los del Recreativo de Huelva.
Huesca: Zabal; Diogo, Helguera, Echaide, Camacho; Núñez, David López, Lázaro, Pacheco, Miguel; y Tariq.
Xerez: Toni; Cámara, Galán, Bouzón, Redondo; Bruno Herrero, Lucas Porcar, Álvaro Rey, Marquitos, José Vega; y Bodipo.
Árbitro: González Fuertes (Colegio Asturiano).
Estadio: El Alcoraz (18.00).