La temporada ha puesto su punto y final y la plantilla del Xerez ya se encuentra de vacaciones. Muchos azulinos se despidieron ya de la afición este pasado sábado y algunos empiezan a buscarse un futuro lejos de Jerez. Es el caso de Raúl Cámara, que acaba contrato y no ha tenido ningún contacto con la dirección deportiva del Xerez.
“Mi intención ahora es jugar en Segunda División otra vez”, reconoce el lateral diestro madrileño, quien no descarta, al igual que otro azulino que acaba contrato, Rueda, buscarse la vida en el extranjero: “No está la cosa en el fútbol para decirle que no a nadie ni descartar nada. Está claro que mi idea es seguir jugando en Segunda División, pero me estoy planteando marcharme fuera“. Tenerife ha sido la última plaza en salir a la palestra, aunque Cámara no descarta nada: “Mi representante me ha dicho que ha recibido muchas llamadas y de equipos de Segunda, pero no hay ninguna oferta sobre la mesa. Valoraremos todas las ofertas, hablaré con la familia y elegiremos la mejor opción para todos, pero no quiero entrar a valorar esos intereses porque igual no se dan”.
Sin embargo, lo que tiene claro el madrileño es que no jugará en el Cádiz, tal y como había salido en la rumorología últimamente: “Ya te digo que mi intención es jugar en Segunda. Si tuviera que jugar en Segunda B mi primera opción siempre sería el Xerez, no el Cádiz. Mi primera y diría que única opción, porque aquí la gente, a pesar del nefasto año que hemos hecho, siempre me ha apoyado y me ha tratado muy bien”.
El jugador se marcha del Xerez con sabor agridulce, ya que, a pesar del año y el correspondiente descenso de categoría, ha sido el jugador que más minutos ha disputado en la pasada temporada: “Uno siempre quiere jugar y competir, pero me deja un sabor agridulce, ya que el año ha sido horrible. Estoy contento por eso, pero triste por no haber cumplido el objetivo de la temporada”. Además, Cámara incluso ha tenido que portar en algunos partidos el brazalete de capitán, algo que le ha dado “un plus más de motivación. Los compañeros votaron que yo fuera capitán, se dieron algunas circunstancias, como las lesiones de Barber y José Mari, y me tocó a mí, lo que fue un orgullo”.