Francisco Bazán, el hermano mayor de la hermandad de las Tres Caídas y prestigioso restaurador de numerosas imágenes de nuestra Semana Santa, falleció este sábado, a los 51 años de edad, víctima de un cáncer contra el que luchó los últimos dos años de su vida. Finalmente, y pese a los esfuerzos y la fe demostrada por este cofrade, no pudo superar esta grave enfermedad, que deja huérfana a la hermandad de las Tres Caídas, y desolado al mundo cofrade local. Y no sólo al cofrade, ya que Bazán era un reconocido profesional en su materia, que le llevó incluso a ser nombrado miembro de la Academia de San Dionisio.
Bazán, autor entre otras muchas de las restauraciones de la Esperanza de la Yedra, Nuestra Señora de las Angustias o el Ecce-Homo, así como del paso de misterio de la hermandad de la Sagrada Cena, ha sido también el hermano mayor de la hermandad de las Tres Caídas en la última legislatura, consiguiendo con su sapiencia y talante mantener el estilo de la cofradía de San Lucas a la par que innovar sin fisuras en la corporación, introduciendo mejoras tan significativas como la música tras el paso de palio de la Virgen de los Dolores.
La hermandad de las Tres Caídas ha sido la encargada de organizar el funeral y velatorio de su propio hermano mayor, quien dejó indicaciones en sus últimas voluntades. El féretro descansó ayer en la nave principal de la iglesia, cubierto con el paño de difuntos de la cofradía del Miércoles Santo, escoltado por un sencillo crucifijo, cuatro blandones y la vara del hermano mayor de la corporación reposando sobre su cuerpo. La Virgen de los Dolores, la gran devoción de Bazán, ha vuelto a juntar sus manos, orando así por el eterno descanso de su alma, vestida de riguroso negro ante el fallecimiento de este importante miembro de la hermandad de las Tres Caídas.
Pero sin duda, Francisco Bazán será recordado por su fe. Por su manera sencilla de abrazar la cruz en los momentos de debilidad, por su sonrisa eterna y por su manera de comprender los problemas delas hermandades, luchando siempre por hacer de este mundo un mundo más sencillo, más justo, y más cristiano. Descanse en paz.