“Justicia para Miriam” y gritos de “¡Cobarde!” han sido las expresiones más aclamadas durante la marcha que unas 300 personas han protagonizado desde el domicilio de los padres de la joven asesinada hasta el Ayuntamiento. Ciudadanos de a pie y fundamentalmente vecinos y conocidos de la chica han querido arropar de este modo a la familia, en una manifestación que también ha contado con la presencia de buena parte del gobierno local, incluida la alcaldesa, que han preferido no encabezar la comitiva ocupando un discreto segundo plano entre la multitud. María José García-Pelayo, no obstante, ha tenido palabras para la víctima y los suyos ahondando en el sentido de la manifestación.
“Hoy había que estar aquí, porque aunque Miriam haya muerto su recuerdo no debe morir. Debemos implicarnos todos en mantenerlo vivo y reclamar que su muerte sea la última, que se haga Justicia y nos unamos contra la violencia. Nosotros nos volcaremos con la familia, que han perdido a su hija pero que tienen un pueblo que les apoya”. Los manifestantes se han expresado de manera más drástica, y más de una vecina de los padres de la joven ha pedido que se pague al presunto autor del crimen con la misma moneda. “Queremos que pague lo que tenga que pagar y que no salga a los dos o tres años”. “¡Que lo fusilen! -apostillaba otra ciudadana con voz queda- Que tenga una muerte lo más lenta posible. Es un criminal, y lo que tenían que hacer es fusilarlo y no meterlo preso. Que lo dejen morir lentamente”.
Los padres de Miriam, que han encabezado la marcha, apenas si han podido reprimir las lágrimas y se han mostrado muy agradecidos por el apoyo de sus vecinos. Junto a ellos se encontraba el pastor de la Iglesia Evangélica cuya fe profesan, que está siendo para ellos un pilar fundamental en el que apoyarse para intentar superar esta tragedia. Como se recordará, la chica de solo 21 años perdía la vida el pasado 12 de junio cuando fue abordada en plena calle por su expareja, Germán J. G., que le asestó presuntamente varias puñaladas provocándole la muerte.