El Juzgado de Menores de Jerez acoge este martes el juicio por el que se sentarán en el banquillo dos chicos, que han sido procesados por disparar presuntamente a un árbitro de fútbol con una escopeta de plomillos provocándole una herida en el omoplato. Los hechos ocurrieron el pasado 17 de febrero a las 17.30 horas, cuando como relata el fiscal en su escrito de acusación los imputados se encontraban en un “establecimiento de ocio” (un campo de fútbol, como ha podido saber este medio) de Sanlúcar de Barrameda. En un momento dado, “de mutuo acuerdo y con ánimo de menoscabar la integridad física” de la persona que ejercía de árbitro en el partido, le lanzaron un proyectil con un arma larga de aire comprimido que le impactó en la espalda.

Ello le produjo una lesión que tardó 7 días en curar, lo que provocó que la víctima denunciara los hechos y los presuntos autores se sienten ahora en el banquillo. Los chicos, que serán juzgados por una falta de lesiones y como especifica el fiscal presentan factores de riesgo social, se enfrentan a la pena de 50 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad que podría ser sustituida por cuatro fines de semana de permanencia en su domicilio más el pago de las costas. Además, el Ministerio solicita la indemnización de 210 euros al agredido, por el daño causado y su tratamiento posterior.

Llama la atención cómo el fiscal remarca en su calificación la “finalidad” de la condena que cabe imponer a los menores, y que no es otra que éstos “comprendan e interioricen el reproche que acciones como ésta merecen”, a través de una actividad que pueda beneficiar a la sociedad. En lo que respecta a la indemnización, lógicamente serán los padres de los procesados al ser ellos menores de edad los que deberán responder civil y solidariamente, abonando al perjudicado lo que finalmente dictamine el juez.

Tal y como contó REPORTEROS JEREZ el pasado 19 de febrero un desconocido, según los presentes residente de la zona, realizó varios disparos de perdigones en el partido que estaban disputando el equipo juvenil B del Atlético Sanluqueño y el Puerto Serrano en Las Palmeras (Sanlúcar).

Los más perjudicados fueron el árbitro asistente jerezano Chacón Beato, que fue atendido en el Centro de Salud del Barrio Alto, el jugador local Peque y el visitante Dani. Tras el encuentro, cuatro efectivos de la Policía Nacional hicieron acto de presencia en las instalaciones.

Los miembros de seguridad acudieron a la vivienda donde supuestamente se realizaron los disparon, aunque nadie les abrió la puerta. Se produjo un ambiente de preocupación porque pudo haber ocurrido algo más grave en un partido donde lo deportivo quedó en un segundo plano. Tanto el Atlético Sanluqueño como el trío arbitral presentaron las correspondientes denuncias.