El biólogo-conservador del Zoobotánico Jerez Íñigo Sánchez y la directora general de Medio de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio del Gobierno balear procedieron a liberar en las marismas del Parque Natural de s’Albufera de Mallorca, en el marco del Plan Homeyer, un total de siete ejemplares de cerceta, criadas en el parque jerezano, donde se lleva a cabo un programa de cría de fauna ibérica en cautividad. En concreto en Baleares es un ave migrante rara, aunque en el resto del país también está considerada en peligro de extinción.
En este espacio natural protegido, se lleva a cabo la recuperación de la mencionada especie y se hace el seguimiento de la población siendo, actualmente, el único lugar de Mallorca donde cría esta especie, aunque se tiene constancia de que en 1967 también lo hizo en el Salobrar de Campos. En los últimos cuatro años, se han soltado unas 50 rosetas en el Parque Natural de s’Albufera de Mallorca, de forma que con la liberación de ayer martes se refuerza la población y se incrementa el número de parejas reproductoras, que este año es de entre una y cinco. De estas 50, 27 de ellas nacidas en el Zoobotánico de Jerez, que cedió cinco ejemplares en 2011 y 15 en 2010.
Cabe recordar que la cerceta es un pato de tamaño medio -de 39 a 42 centímetros de largo y unos 500 gramos de peso- y su plumaje es poco vistoso, de color pardo con manchas más claras, que se caracteriza por un ruedo más oscuro alrededor de los ojos. Normalmente vuela en solitario o en pequeños grupos y se encuentra en lagunas y balsas poco profundas, dulces o saladas, en las que hay mucha vegetación, gracias a la que se alimenta de insectos, moluscos, y plantas acuáticas. En cuanto a su reproducción, la puesta de la cerceta es de más de 14 huevos y es una especie bastante nómada, de comportamiento muy discreto y de observación difícil.