Aquel que olvida su historia está condenado a repetirla, y en el Xerez parece que se ha olvidado todo lo acontecido en la última década y media. El conjunto azulino se marcha de Jerez y coge dirección Rota, donde esta tarde, a partir de las 17 horas, recibe al Coria.
Los incidentes acontecidos el miércoles en el tramo final del partido de Copa del Rey ante el Lleida han terminado de desencadenar los acontecimientos ya conocidos. Ricardo García, presidente del Xerez CD y cabeza visible del Grupo Energy, ya anunciaba que el equipo no iba a volver a jugar en La Granja alegando la falta de seguridad en las instalaciones jerezanas. Un alegato que no le ha servido al club para jugar en Chapín, abriendo un nuevo capítulo en la guerra particular con un Ayuntamiento que dejaba también claro que el Complejo Deportivo de La Granja “cumple con los requisitos”. Ni Chapín ni La Juventud están disponibles para un Xerez que, con el respaldo del presidente de la Federación Andaluza, volverá a jugar como local fuera de Jerez 11 años después, cuando de manera obligada tuvo que jugar en San Fernando por la sanción a La Juventud.
Fuera como fuese, el Xerez, que contará con menos apoyo de lo habitual, tiene que volver a retomar la senda de la victoria tras dos jornadas sin conocer la derrota, pero tampoco la victoria. Los de Puma llegan con la carga del partido copero del miércoles y con la mala noticia de la baja de Sousa, futbolista importante para Puma y que estará mínimo cuatro semanas de baja. A esto habrá que sumar la ausencia de Fran Pineda, que se marcha al FC Wil 1900 de la Segunda División de Suiza y la baja de Amado, aún recuperándose. Por su parte, el técnico del Xerez ha decidido dejar fuera de la convocatoria a Curro Pérez y a Pedro, al igual que Manu, que ha ido con el filial.
Con el sueño de la Copa ya difuminado, a los azulinos tan solo le queda la competición liguera y para seguir con vida hay que comenzar a ganar. Los puestos altos están a ocho puntos y el objetivo es sumar lo suficiente como para acercarse a la zona de liguilla de ascenso, aunque la realidad azulina a día de hoy pasa por mirar la zona de abajo.