Andrés Villagrán pregonó el dogma de la Inmaculada recientemente, como muestra este video
La hermandad del Rocío de Jerez ya tiene pregonero, y lo tiene en la persona de Andrés Villagrán. Sorprendente elección, ya que una vez más, la junta de gobierno de la hermandad de Santo Domingo ha puesto sus ojos en uno de esos romeros jóvenes, comprometidos con su hermandad y con su Iglesia, y con un bagaje amplio de caminos y romerías a sus espaldas. Una decisión, en cambio, que la hermandad asume como algo natural, ya que previo a este nombramiento ya eligió a otros pregoneros de cortes similares. Gente de las que, llevando toda una vida, la suya, haciendo el camino, son todavía jóvenes para semejante responsabilidad.
Pero a buen seguro que Villagrán cumplirá, y de sobra, con su cometido. Por muchas razones, además… Porque sabe, porque quiere, y porque disfruta. Es un habitual de las noches de simpecado, con cantes eternos y sevillanas rancias, y es también un peregrino de la Aldea, visitando casa por casa de las que componen la hermandad de Jerez, demostrando de esa manera la facilidad que maneja para hacer amistades, y para convertirse en uno más de la casa. Es además hombre de misa, tanto en la ermita como en cualquier paraje de Doñana, y es también hombre de medios de comunicación, lo que asegura un buen trato de la palabra en la Concha.
Es también amigo de muchos, y les aseguro que lo es de este medio, y de quien ahora les escribe. Y quizá eso no permita una crítica objetiva sobre él… Ni falta que hace. Andrés llenará de aromas y sonidos las viejas botas de la histórica bodega el próximo 9 de mayo, cuando la romería sea todavía solo un anhelo para los que abarroten esa mágia noche González Byass. Será el momento de soñar con un nuevo camino, de agradecer a Isaac Camacho la oportunidad que nos brinda de conocer el nuevo Rocío que ya está llegando de manos de romeros como Andrés, y de postrarse ante las plantas de la Madre de Dios, en su bendita advocación del Rocío.
Hay pregonero. Hay Rocío. Se llama Andrés Villagrán… Y es parte de todos nosotros.