El Estado de Bienestar es uno de los mayores logros del Siglo XX. Gracias a éste, los ciudadanos tenemos acceso a unas pensiones que garantizan una jubilación con unos ingresos dignos y merecidos tras toda una vida laboral, a una sanidad que cubre con las necesidades básicas de asistencia sanitaria y a unos seguros de desempleo e incapacidad que reducen los riesgos a los que nos enfrentamos. En definitiva, una protección social que garantiza que nadie se quede tirado cuando las cosas pueden venir mal.
Sin duda, tres pilares esenciales de este ansiado Estado de Bienestar que como consecuencia de las desastrosas reformas, aunque sorprendentemente elogiadas por representantes políticos del otro lado del charco con otros intereses ajenos a la gran mayoría de ciudadanos, están haciendo que la ciudadanía pierda esa protección a pasos agigantados y retrocedamos a tiempos pasados.
No menos sorprendente deja de ser cómo nuestro máximo responsable político, el señor Rajoy, vende su propia gestión, sus propias reformas, en definitiva, como “pujantes, sanas y duraderas en el tiempo”. Ante tales afirmaciones, yo me pregunto: ¿Cómo de pujantes? ¿Sanas para quién o quienes? Y ¿cuánto va a durar todo esto?
Aunque teniendo en cuenta que su forma de ejercer es valorada como de “fuerte liderazgo”, no me extraña que las conclusiones sean tan erróneas.
Consultando la RAE, el líder es aquella persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora. ¿Qué respondería el conjunto de la sociedad si hoy le preguntamos quién es nuestro jefe, quién es nuestro orientador, a quién seguimos, en definitiva, quién es nuestro Líder?
El caso es que es bastante contraria toda esta reflexión con el comportamiento práctico de los ciudadanos, que han convocado una media de 120 protestas diarias contrarias a todas las reformas que el gobierno de la Nación está desarrollando, en las que miles y miles de ciudadanos han demostrado que ese liderazgo no es real.
A nivel local, la cosa aún empeora, ya que el proceder del mismo ha hecho que durante los primeros meses de gobierno se hayan visto manifestaciones y concentraciones de todos los gustos y colores. Gobierno, por cierto que ha llevado a cabo las decisiones más arbitrarias, nefastas y contraproducentes para los jerezanos de toda la historia democrática.
¿Realmente nuestros altos representantes políticos son líderes? Indiscutiblemente no. Una persona que orienta a un conjunto social no va en contra de su derechos y, por lo tanto, de su Bienestar. Esos gobernantes que no ejercen tal liderazgo han aplastado nuestro sistema de pensiones, van camino de la privatización integral de la sanidad y han machacado todo tipo de seguridad ante un desempleo alarmante y preocupante. En suma, nos han arrastrado a todos con sus pésimas decisiones y con ese ‘liderazgo’ de mentira a una realidad en la que la pobreza se ha cronificado, la gente pasa hambre y la recuperación socioeconómica únicamente es para los bancos y para los que verdaderamente ostentan el poder político y económico. Ser líder también es bajar a la realidad, salir de la burbuja y escuchar qué reformas y qué pide la voz de la calle.
ROCÍO MONTERO, Foro Ciudadano