Ahora que todos dicen que no está la cosa para celebraciones es cuando más necesario es celebrar. Al menos, eso debe haber pensado Belén Maya, porque en su nuevo espectáculo ha invitado a un plantel de artistas flamencos de primerísimo nivel: Tomás de Perrate, Manuel Liñán y José Valencia; y para culminar la lista, convida nada menos que a la maestra Carmen Linares.
Todos ellos se darán cita este lunes por la noche en el Villamarta. Belén Maya los ha llamado porque los admira y para crear junto a cada uno de ellos piezas únicas en las que seguir ahondando en su caligrafía personal, en su particular forma de entender y expresar la danza flamenca. Piezas inéditas en las que celebrarse, cómo no hacerlo en esa compañía, pero también dolerse. El flamenco, como todo el arte, habla de la vida y es vida. Y en la vida, celebración y duelo se suceden, se mezclan y confunden así como lo hacen en el baile, el cante y el toque.
Belén Maya fue pionera en esa saludable costumbre que ahora las crisis y las vueltas del tiempo han hecho habituales: la colaboración artística. En la bailaora, esa colaboración fue siempre una forma de buscar en el encuentro con el otro un proceso de transformación y ampliación de su lenguaje dancístico, coreográfico y escénico. Pocos espectáculos ha hecho la artista en los que no haya buscado complicidades y colaboraciones de sus iguales: Mayte Martín, Rafaela Carrasco, Olga Pericet, Jesús Méndez,… por citar sólo a algunos. Tras la colaboración con Israel Galván en su espectáculo ‘Lo real’, se antoja evolución casi inevitable que Maya no haya centrado su búsqueda de complicidades es un solo artista sino que ha convocado a algunos de los artistas que más admira: Tomás de Perrate, José Valencia, Manuel Liñán y la sabiduría y elegancia de la gran Carmen Linares. Como en toda su carrera, la bailaora busca y se rebusca en estos encuentros, para seguir creciendo, para estar viva.