Dicen de Paco de Lucía que lograba silenciar cualquier escenario con tan solo su presencia. El guitarrista, un auténtico genio del Siglo XX, lo volvió a hacer anoche, en Jerez, como pasara hace casi 52 años.
La ciudad de Jerez celebraba por primera vez el Festival Concurso de arte popular andaluz. Era mayo de 1962 y entre el elenco de artistas que actuaron en las tablas del Teatro Villamarta figuraban unos jóvenes Pepe y Francisco de Algeciras, que acompañaban a otros talentos de la tierra como Rocío Jurado, Moraíto o Terremoto. Estos dos niños, ya conocidos en la barriada algecireña de La Bajadilla como ‘Los Chiquitos de Algeciras’, asombraron al público purista de un Villamarta que se rindió, no tan solo por el cante de un joven de apenas 16 años como era Pepe de Lucía, sino por la maestría de un niño de 14 años que a la larga iba a formar parte de la historia y patrimonio del flamenco; Paco de Lucía.
“Mi hermano Pepe y mi hermano Paco se presentaron a un concurso de flamenco en Jerez, y Pepe lo ganó con 14 años-realmente tebía 16-, pero Paco, que no podía concursar al no tener la edad, le tocó la guitarra a Pepe. Y el Teatro Villamarta de Jerez se puso en pie pidiendo el premio de guitarra para Paco, por lo que el Ayuntamiento se tuvo que inventar un premio especial para dárselo a Paco y contentar al público. Y con ese dinero (47.000 de las antiguas pesetas) mi padre se fue a Madrid con los dos para grabar su primer disco, ‘Los chiquitos de Algeciras’”. Así lo relata la familia de Paco de Lucía, y así lo confirma Juan José Téllez, biógrafo y amigo de los hermanos Sánchez Gómez, aunque toda historia tiene sus versiones.
Realmente, Francisco de Algeciras (Paco de Lucía) aparecía como parte del Festival-Concurso, aunque testigos de la cita como Manuel Ríos, que fue el encargado de presentar la actuación de estos ‘Chiquitos de Algeciras’, recuerdan que Paco tan solo estaba para acompañar a su hermano mayor. Eso sí, el dominio de las seis cuerdas sorprendió tanto a público como jurado, tanto, que, como anteriormente relataba la hermana del guitarrista, hubo que crear un premio especial. Otras versiones cuentan que el público asistió a la entrega de premios, que se celebró en el Restaurante El Bosque, pidiendo el premio para ese joven guitarrista que tanto había sorprendido, por lo que la entrega de galardones tuvo lugar un día después en el Ayuntamiento, donde Paco, o más bien Antonio Sánchez, su padre, recibió el galardón.
Lo que está claro, según las publicaciones de la época, es que Pepe logró el premio de cante en la modalidad de malagueñas, llamado Antonio Chacón, un galardón dotado con 35.000 pesetas. A Paco, quien no podía figurar “al no haber un premio infantil”, le dieron un Diploma y 14.000 pesetas, gracias a la decisión de un jurado, presidido por José Carlos de Luna, que tuvo que hacer “encajes de bolillos para estar a la altura de las circunstancias” y darle un merecido premio a Paco, al niño de La Bajadilla. Así lo desvela Juan José Téllez en un libro de testimonios de la época. El periodista relata que, cuando los hermanos Sánchez, con pantalones cortos, salieron al escenario del Villamarta, “un hombre se preguntó ¿qué van a hacer esas criaturas”, contrariado, “pero cuando Paco empezó a tocar la guitarra, el Villamarta se quedó en silencio”.
Anoche volvió a ocurrir. En pleno Festival de Jerez, el fallecimiento de Paco de Lucía ha sentado como un jarro de agua fría para participantes, artistas, organizadores y público, un público que ayer volvió a silenciar en el patio de butaca del Villamarta como homenaje a un Paco de Lucía que siempre recordó con cariño esa primera actuación en Jerez: “Son pasajes de la niñez, que son los más bonitos que pueda tener una persona”.