Está madura. Está ya hecha. Esas son al menos las impresiones que dejó en la jornada del Martes Santo la hermandad de la Clemencia, que dominó todas, absolutamente todas, las aristas de una cofradía grande. Incluso la de meter algo de retraso al resto, que parece que ahora es la norma habitual en Semana Santa… La cofradía dejó huellas de calado, gracias a la labor callada de un capataz como Eduardo Biedma, que ha consolidad una cuadrilla de ensueño andando de frente, y a una banda, la de Los Gitanos, que tiene plena comunión con la corporación del Martes Santo.
Pero además, es que han crecido en número de nazarenos, y ya dominan el recorrido completo un cortejo que pide a gritos, por compostura, por calidad, por cantidad y por otras mil razones, la llegada de Salud y Esperanza bajo palio a la Carrera Oficial. Salió la Clemencia el Martes Santo… Y revolucionó la Semana Santa de Jerez. Una vez más…