La hermandad de las Tres Caídas impregnó de nuevo de fervor y devoción las calles de nuestra ciudad. Con un acompañamiento menos numeroso que el de otros años, pero con un cortejo modélico en su propuesta, la cofradía exprimió al máximo el buen hacer de sus dos capataces, Ángel Rodríguez Aguilocho y Tomás Sampalo, que consiguieron, de nuevo elevar todas las miradas hacia la Virgen de los Dolores y el Señor Caído.
Una cofradía referente del Miércoles Santo, que conserva la gran tradición de Jerez de poner en la caída del Señor de San Lucas las peticiones, plegarias y súplicas de todo un pueblo.