La alcaldesa, María José García-Pelayo, ha asistido a una nueva sesión del programa didáctico ‘La pieza del mes’, dedicado en esta ocasión al casco griego arcaico del siglo VI a. C. El análisis de ‘El casco griego del Guadalete’ ha corrido a cargo de la conservadora Jefe del Departamento de Antigüedades Griegas y Romanas del Museo Arqueológico Nacional y doctora en Arqueología, Paloma Cabrera Bonet.
La alcaldesa ha destacado el valor de todas y cada una de las piezas expuestas en el Museo Arqueológico, y en especial este casco griego que identifica al museo por tratarse una pieza de un gran valor arqueológico y señera. Sus primeras palabras han sido de agradecimiento a la Asociación de Amigos del Museo por su colaboración para la organización del programa didáctico ‘La pieza del mes’ y su interés permanente en la organización de eventos en el museo jerezano.
En este contexto de la visita, la alcaldesa ha anunciado también que el Museo del Louvre ha solicitado la cesión temporal de una pieza del Museo Arqueológico de Jerez, una lápida con inscripción almohade, para incluirla en la exposición ‘El Marruecos Medieval (1053-1465)’, “lo que supone el reconocimiento del patrimonio histórico-arqueológico jerezano, por parte del prestigioso museo parisino, además de una ocasión única para difundir los fondos de nuestro museo y la marca Jerez, a nivel internacional, a partir de este evento cultural”, según ha señalado la alcaldesa.
La alcaldesa ha explicado que el Ayuntamiento ha aceptado la solicitud del museo parisino y de hecho “la Junta de Gobierno Local aprobó ayer iniciar los trámites para el préstamo temporal, al Museo del Louvre, de la lápida con inscripción almohade de la puerta del Real de nuestra ciudad para la exposición ‘El Marruecos Medieval (1053-1465)’, que acogerá el Hall Napoleón —una de las salas temporales de dicho museo—, entre octubre de 2014 y enero de 2015”, ha afirmado. Este traslado deberá ser autorizado previamente tanto por la Dirección General de Museos de la Junta de Andalucía como por el Ministerio de Cultura.
La exposición ‘El Marruecos Medieval (1053-1465)’ se podrá ver también en el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Rabat, entre marzo y junio del próximo año. La muestra forma parte del programa de actividades del nuevo Departamento de Artes del Islam del Louvre, creado en septiembre de 2012, Siendo el comisario general de la exposición, Yannick Lintz, director de dicho Departamento
Esta exposición será una oportunidad para ver las creaciones artísticas y científicas de Marruecos medieval, en las más diversas áreas, y poner en valor excavaciones antiguas y actuales, así como piezas poco conocidas que se conservan en museos internacionales, mezquitas e iglesias.
La pieza solicitada, que se expone en nuestro Museo Arqueológico, es hispano-musulmana de los siglos XII-XIII y estuvo situada hasta 1821 –fecha de demolición– en la parte superior del arco de ingreso a la medina de Jerez por la puerta del Real, una de las cuatro puertas con las que contó la ciudad en época islámica. Consta de tres líneas de escritura realizadas en cúfico geométrico, con sus caracteres y adornos lisos y labrados en resalto sobre el fondo. El texto está compuesto de basmala, taṣlīya y última parte de Q. XII, 64, y dice:
1. En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso,
2. (sea) la bendición de Dios sobre Mahoma. Dios es
3. el mejor guardián. Él es el más misericordioso de los misericordiosos.
La letra y adornos de esta inscripción tienen una enorme importancia, ya que anuncian el desarrollo geométrico, a base de cintas, que tendrán las astas de los diversos caracteres en época nazarí y meriní.
El casco griego: la pieza del mes
En cuanto la sesión de ‘La pieza del mes’, la doctora Paloma Cabrera Bonet ha comentado que el casco griego apareció en 1938, entre la maleza de la orilla izquierda del río Guadalete, en un meandro entre la Corta y El Portal, se halló un casco griego de bronce. El entonces director del Museo de Jerez, Manuel Esteve, tuvo el acierto de reconocer, desde el primer momento, el interés de esta pieza, y lo identificó como un casco griego arcaico del siglo VI a. C., y lo adquirió para la colección municipal.
La conservadora y arqueóloga ha realizado una descripción, con detalles, de esta pieza, símbolo identificativo del Museo Arqueológico Municipal: “está elaborado a partir de un único núcleo metálico de bronce batido a martillo. Es más alto que ancho, con la calota redondeada y las paredes verticales. La línea superior e inferior de los ojos es por igual recta y muy abierta. La parte protectora de la nuca cae marcadamente en vertical, casi ajena a la ondulación de la cabeza, salvo una breve curva que se insinúa ya en su remate. Su borde inferior forma una línea recta que apoya plenamente sobre el suelo. Debió poseer cimera, a juzgar por la anilla conservada en la zona superior. Todo el borde está rodeado por una línea de perforaciones a las que iría cosido un forro protector de cuero”, según Paloma Cabrera.