“Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consumición que, de fijo, ha de acabar en muerte…”. Parece que Benito Pérez Galdós, en sus Episodios Nacionales, ya preveía lo que iba a ocurrir más de cien años después.
Pero, añado humildemente a la pluma del genio de las letras, con enorme suerte y confianza en las gentes que están cansadas, y aplastadas por las nefastas decisiones políticas de la derecha que estamos sufriendo, llámense recortes en educación, sanidad, dependencia, pensiones, subidas impositivas… y otras tantas decisiones que han empobrecido sobremanera a todos los españoles. Políticas que no han hecho más que agravar el trabajo que la otra multinacional de la política ya inició, si bien con menos destrozos sociales que los que de unos años a esta parte venimos soportando. Ambos pactaron reformar la Constitución para que sea la banca la única que tenga prioridad en este país.
La gente, hambrienta de Democracia, ha salido de su letargo y se ha propuesto, en una cita europea que tradicionalmente importaba poco o nada, cambiar con su valioso voto del pasado domingo el rumbo de las cosas. El fin del bipartidismo. Es decir, han vencido el miedo a votar solamente a los “grandes de la política”, han dinamitado la alternancia nociva, y han roto de esta forma el bipartidismo imperante en nuestro país, comunidad y por ende en nuestros pueblos y ciudades.
Analizando las valoraciones de cada una de las formaciones políticas que han acudido a los comicios europeos, no puedo más que sorprenderme cuando veo que prácticamente todos dicen que han ganado. Cuando realmente eso es tan incierto como decir que el Atlético de Madrid fue campeón de Europa durante 92 minutos sabiendo que finalmente fue el Real Madrid el que se llevó la Champions. Importándome muy poco el fútbol, sí se ve nítidamente en estos comicios recién celebrados quiénes de verdad han fracasado. Lo han hecho quienes siguen de espaldas al pueblo y arrodillados a los poderosos y a los mercados financieros. Han perdido quienes no creen en la madurez del pueblo y solo recurren a él cada cuatro años (cinco en el caso de las europeas). Han muertos las fórmulas caducas de la política para el pueblo pero sin el pueblo. Qué tomen nota los grandes porque el castigo de aquí a un año aún puede ser mayor.
Y termino igual que empecé, con un fragmento de Galdós: “Han de pasar años, lustros tal vez, quizá medio siglo largo, antes que este Régimen, atacado de tuberculosis étnica, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental”. Quizás algo más tarde de lo que creía el literato, pero pienso que este momento ha llegado ya, y como valoración personal del resultado de la reciente celebración de las elecciones europeas solo me cabe decir que ese momento preconizado hace cien años ha llegado: nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental irrumpen en el panorama social y político del país. Porque otras voces son posibles. Veremos cómo reacciona el bipartidismo ante este durísimo golpe.
Rocío Montero. Portavoz municipal de Foro Ciudadano de Jerez.