La despedida del Xerez DFC de su afición hasta la próxima temporada estuvo enturbiada por unos incidentes que obligaron al colegiado del encuentro suspender el partido disputado ayer entre el Xerez DFC y el Atlético Pastores durante un cuarto de hora aproximadamente.
Un defensor del conjunto visitante agredió al azulino Pedro Herrera, lo que ocasionó una tangana que incluso produjo la entrada en el terreno de juego de algunos aficionados. Sin embargo, Carlos Orúe quiso quitarle importancia a los incidentes, destacando que “un error grave que comete un futbolista lo ha enturbiado todo, lo que sucede es que han habido algunas entradas punibles que el árbitro no ha sabido cortar a tiempo. Al final, esa jugada ha echado un borrón a lo bonito que estaba resultando todo. No obstante, por nuestra parte, felicitar al Kolectivo por su comportamiento, ha sabido estar, ha aguantado mucho durante el año y ha estado ahí intentando animar en todo momento”.
El técnico azulino destacaba al concluir el encuentro que “intentamos encarar los partidos y ser amigos. El encuentro no tenía historia, iba 4-0 y estaban intentado llegar a la contra e intentando disfrutar. El jugador debe estar muy arrepentido y no hay que darle más vueltas, la temporada para nosotros ha sido muy bonita, hemos disfrutado mucho y no tenemos que ponernos excesivamente tristes por esta jugada desgraciada”. En cuanto a la labor arbitral, Orúe reconoce que “no lo ha llevado bien. En la primera parte, el partido estuvo parado varios minutos por la lesión del portero en nuestro primer gol, hicieron un cambio y no descontó nada. Le dije que no había descontado nada y me dice que ha parado el reloj, cuando el marcador del estadio funciona perfectamente… Pero, los chavales tienen que aprender, están en Segunda Regional, aunque deberían de tener más ayudas de los asistentes”.