La vendimia 2014 en el Marco de Jerez, que ya ha superado el ecuador, ha completado hasta la fecha la molturación de un total 41.942.516 kilos de uva con 11,71 grados Baumé de media en un total de 20 lagares, la mayoría de ellos de Jerez. El director del Consejo Regulador, César Saldaña, ha explicado que la vendimia de este año “se puede considerar normal”, y por ello registrará un descenso de cantidad de uva cosechada respecto a la vendimia 2013, que fue “anormalmente abundante”.
En concreto, en la presente campaña se prevé alcanzar una cosecha de 65 millones de kilos de uva frente a los 82 millones recogidos en 2013. De los 20 lagares han realizado labores de molturación en vendimia 2014 en el marco de Jerez, uno se encuentra en el término municipal de Chipiona, otro en El Puerto de Santa María, dos en Trebujena, cinco en Sanlúcar de Barrameda y los once restantes en Jerez.
La localidad en la que más kilos de uva se han molturado es en Jerez, con más de 31,4 millones de kilos. La siguen Sanlúcar de Barrameda (más de 5,4 millones de kilos) y Trebujena (más de 4,5 millones de kilos).
Saldaña destaca que la calidad de la uva es “muy buena”, y cuenta con un contenido en azúcar “que holgadamente está superando los 10,5 grados Baumé”. Así, la uva de Chipiona encabeza la lista con 11,97 grados Baumé de media, seguida de la de Jerez (11,81); Trebujena (11,79); Sanlúcar de Barrameda (11,06); y El Puerto de Santa María (11,04).
MADURACIÓN
César Saldaña recalca que “aunque la maduración venía adelantada, debido a que el estado fenológico estaba adelantado, la vendimia se alargará en el tiempo ya que en los pagos de la costa aún la uva no ha alcanzado el grado de azúcar suficiente”.
El fruto ha ido madurando a un ritmo “ligeramente adelantado” con respecto a otros años, sin que haya hecho falta el efecto de concentración que habitualmente aportan los vientos secos de levante para que se alcance el nivel mínimo reglamentario de 10,5 grados Baumé, al menos en los pagos que están siendo vendimiados.
Las condiciones meteorológicas a lo largo del año agrícola que ahora acaba han estado marcadas por un bajo nivel de lluvias. De acuerdo con los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la pluviosidad media en la zona ha ascendido a algo más de 360 litros por metro cuadrado, caídos principalmente en octubre y en los meses de invierno, con una primavera relativamente seca. Con un cuajado “en muchos casos deficiente”, a principios del verano “había cierta preocupación tanto por casos disperso de oídio como de polilla del racimo, que en su gran mayoría han sido adecuadamente tratados”.