Agentes de la Policía Nacional integrantes la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección a mujeres victimas de violencia de genero en colaboración con la Asociación Deportiva y Asistencial KYU DAN han impartido en Jerez el segundo curso de defensa personal orientado a mujeres que han sufrido violencia o maltrato de género y que pueden mantener situaciones de riesgo
La formación se orienta a que las mujeres aprendan los conceptos básicos de la defensa personal y a que asimilen unas técnicas y movimientos sencillos pero muy efectivos que puedan llegar a utilizar si desgraciadamente se ven inmersas en una situación de agresión en la que su integridad física pueda verse comprometida.
El curso ha sido supervisado por los propios agentes de la UPAP e impartido por profesores de la asociación deportiva que colaboran desinteresadamente en esta iniciativa y que cuentan con formación en defensa personal y artes marciales, todos ellos cinturón negro en una o varias disciplinas marciales y que llevan colaborando en la formación de los propios agentes de la Policía Nacional en Jerez desde hace años.
Además de recibir e interiorizar una formación que les pueda ser de ayuda llegado el caso, los agentes y profesores han detectado que esta actividad repercute de manera muy positiva en las alumnas, tanto a nivel de mejora de la autoestima como de apoyo para su socialización, conocer a otras mujeres que han sido victimas de situaciones similares y lo han superado ayuda en gran medida a las afectadas a no sentirse aisladas, a dejar de lado el sentimiento de culpabilidad que sienten algunas de ellas y a darse cuanta de que es un situación que tiene salida y que se puede comenzar una nueva vida dejando atrás las agresiones y las humillaciones que muchas han venido sufriendo a veces durante años.
De la misma manera los policías especialistas valoran la socialización positiva que suponen estos cursos para mujeres que en muchos casos han vivido en entornos muy estancos y aislados impuestos por sus maltratadores, la posibilidad de hacer nuevas amistades con otras mujeres y conocer el mundo del deporte se revelan como refuerzos muy positivos para la vuelta de las afectadas a unas condiciones de vida razonables.