El ex vicepresidente del Gobierno y hasta hace unos días diputado nacional Alfonso Guerra será nombrado hijo adoptivo de San Isidro del Guadalete, después de que aceptara la petición que le trasladó el alcalde de esta ELA, Antonio Ramos, que se desplazó a Madrid para reunirse con Guerra en el Congreso. En el encuentro, en el que también estuvo presente la diputada y candidata socialista a la Alcaldía de Jerez, Mamen Sánchez, el alcalde pedáneo dialogó con Guerra durante unos minutos (precisamente el día que dejaba el Congreso tras casi cuatro décadas), trasladándole oficialmente la petición, que fue aceptada inmediatamente. 

El nombramiento debe seguir ahora los cauces administrativos legales, en primer lugar la aprobación en una sesión plenaria que se desarrollará durante el mes de enero. Posteriormente se fijará la fecha para la celebración del acto oficial.

Alfonso Guerra ya estuvo en San Isidro en 2001, cuando inauguró una plaza con el nombre de Pablo Iglesias. “Era una acto que recordaba con agrado”, señaló el regidor, que agradeció especialmente que Alfonso Guerra le hubiera recibido en un día muy intenso y emotivo, ya que era el de su despedida del Congreso.

Para Antonio Ramos, los méritos de Alfonso Guerra para ser nombrado hijo adoptivo son de sobra suficientes. “Estamos ante una persona que formó parte de los gobiernos más importantes de la historia reciente de España, que consolidaron la democracia, primero, que emprendieron luego un camino de reformas progresistas que comportaron numerosos avances sociales y en materia de igualdad”.

Alfonso Guerra, de 74 años de edad, se despidió la pasada semana del Congreso de los Diputados, tras 37 años. Es el único miembro de la Cámara que ha ocupado un escaño desde las Cortes Constituyentes. Desde 2008 expresó su intención de dejarlo, pero sus compañeros le convencieron para seguir. Su actividad política, no obstante, continuará, puesto que seguirá al frente de la Fundación Pablo Iglesias, entre otros cometidos.