Si existe una patalogía que sufre el 100% de la población mundial al menos una vez en su vida, esa es el estrés. Se trata de un conjunto de reacciones fisiológicas que surgen cuando una persona sufre un estado de tensión nerviosa. La patología aparece inesperadamente y es producto de afecciones negativas en la mente de la persona, así como un desequilibrio hormonal provocado por la alteración nerviosa a raíz de factores externos como el trabajo, una situación traumática que se haya vivido, estudiar u otros. Sin embargo, el estrés puede aparecer por innumerables causas, muchas de las cuales a algunos les puede parecer insignificantes.

¿Qué provoca el estrés?

Además de los factores externos anteriormente citados, los cuales pueden ser los principales, el estrés puede aparecer por factores estrictamente físicos, como el calor, el ruido, el frío y el dolor. También puede aparecer por medicamentos y fármacos, así como por miedos, preocupaciones o sobrecargas emocionales continuas. Todo ello significa que el estrés surge por no ser capaz de afrontar ciertas cosas del día a día o de la vida en general, no se sabe afrontar obligaciones o ciertas tareas vitales que normalmente, y otras personas, son capaces de afrontar eficazmente.

Síntomas

En la mayoría de las ocasiones nadie suele ser capaz de identificar que se encuentra sometido a un estado de ansiedad, aunque se puede ser capaz de percibirlo cuando el estrés se prolonga durante unas horas o días determinados por algo en concreto. Los síntomas pueden ser físicos o psicológicos, así como agudos o crónicos. En la mayoría de los casos los síntomas son agudos pero pueden darse situaciones crónicas que no deben pasarse por alto, ya que éstas pueden desembocar con el tiempo en consecuencias muy graves como una enfermedad.

Los síntomas psicológicos incluyen alteraciones en la capacidad de concentración, aumento de ansiedad e irritabilidad, depresiones, ataques de pánico y agotamiento mental. Por otro lado, los síntomas físicos se caracterizan por presencia de diarreas, fiebre, disminución de líbido, espasmos, malestar de estómago, aumento de la presión arterial, tensión muscular, trastornos de sueño y palpitaciones.

¿Cómo combatir el estrés?

Lo primero que se debe saber es que la medida más eficaz contra el estrés es saber controlarlo, es decir, se debe aprender a tolerarlo y contar con una mayor resistencia para ello. Sin embargo, además de nuestra fuerza de voluntad, se puede incluir medicaciones a base de hierbas y otros complementos naturales que ayudan a la relajación diaria. Por ejemplo, la valeriana, lúpulo o melisa son los extractos más eficaces para la resistencia al estrés diario.

Por otro lado, el ejercicio físico resulta una buena técnica. Cuando se hace deporte se reducen las cantidades de adrenalina, terminando en estado de relajación. Cualquier deporte puede ser bueno para aliviar el estrés, pero yoga es muy recomendado, ya que además de relajar físicamente, también lo hace mental y espiritualmente. Además, será necesario mantener una buena alimetación, con una dieta saludable y dormir las horas necesarias.

Es importante saber que, además de intentar llevar a cabo estas tareas tan básicas para ayudar a combatir el estrés, resulta recomendable aprender técnicas de relajación, que facilmente puede recetar el médico de cabecera, así como otros entrenamientos y terapias respiratorias que, hoy en día, se pueden encontrar en numerosas páginas web verídicas.

Una novedosa terapia

En los últimos años, la constante y vertiginosa evolución de la tecnología, ha provisto a la población de numerosas soluciones a problemas de salud. Así, ha aparecido la llamada Terapia de andulación, un sistema tecnológico presentado por HHP Spain, que sirve para aliviar síntomas de patologías musculoesqueléticas. El estrés, además de los diferentes síntomas psicológicos que presenta, como se ha mencionado anteriormente, también puede provocar tensiones musculares, que en numerosas ocasiones pueden llevar a dolores corporales.

Así, la terapia de andulación nace para combatir estos dolores causados por el estrés, a través de un sistema de vibraciones, que masajean la zona dolorida, e infrarrojos que penetran en el interior de la zona para aliviar el punto concreto de dolor. La ventaja de esta terapia tecnológica, es que evita que la persona ingiera medicamentos o se someta a tratamientos que pueden generar efectos secundarios. Además, el tratamiento va por sesiones, permitiendo que el paciente se someta a cuantas sesiones considere necesarias.

Actualmente vivimos en una sociedad en la que el estrés es el protagonista del día a día, sobre todo si se habita en ciudades tan grandes como Madrid, donde además de tener que lidiar con intensas horas de trabajo, familia y otros problemas personales, se debe afrontar el ajetreo de la calle, el transporte público, las largas distancias, el tráfico y otra serie de causas cada vez más presentes en nuestras sociedades.