Este lunes se constituía una comisión nacida con el objetivo de promover la creación de un monumento que rinda memoria al cantaor Juan Peña Fernández, El Lebrijano (1941-2016). La primera reunión de la recién formada comisión ha tenido lugar coincidiendo – hoy, 13 de julio – con el cuarto aniversario de la muerte de esta figura esencial del arte jondo.

La reunión, que ha estado presidida por el Alcalde de Lebrija, Pepe Barroso, ha contado igualmente con la presencia del delegado de Participación Ciudadana, Alberto Pérez. Cómo no, al acto han acudido familiares directos (como sus hijos, Belén Peña y Juan Fernández y su hermana, Tere Peña, entre otros) y amigos de Juan Peña El Lebrijano, así como con un nutrido grupo de aficionados y amantes del flamenco constituidos en varias asociaciones, como la del Progreso del Pueblo Gitano, la Asociación Pedro Bacán o la propia comisión organizadora de la Caracolá lebrijana.

Para Pepe Barroso, la iniciativa es más que oportuna al tratarse de una figura de indudable valor, no ya para el flamenco, sino para la cultura. “Hoy echa a andar esta propuesta que tendrá que transitar su camino hasta hacerse realidad”, ha manifestado Barroso. El Alcalde ha recordado la “singularidad” de este día en el que se cumplen cuatro años sin este “lebrijano universal”.

Por su parte, Belén Peña, que ha intervenido en nombre de la familia, ha dicho sentirse, “como herederos de mi padre, en la responsabilidad de seguir proyectando su legado” para que los nuevos creadores “puedan aprender de él como él aprendió de sus antepasados”. La hija del Lebrijano ha añadido además la necesidad de poner en valor la figura de Juan como “santo y seña de Lebrija, además de como cantaor universal”.

ANIVERSARIO DE SU MUERTE

Se cumplen hoy cuatro años sin el “gitano rubio”, hijo Predilecto de Lebrija, ese cantaor imprescindible que llevó el nombre de la ciudad en el suyo propio y cuya memoria permanecerá siempre viva a través de una ingente producción discográfica de más de cuarenta títulos, muchos de ellos esenciales para el flamenco universal. Ejemplos destacados son La palabra de Dios a un gitano(1972), Persecución (1976), Lágrimas de cera (1999) o Cuando Lebrijano canta se moja el agua (2008), entre una larga lista de discos míticos.