Eran casi las 10 de la noche de este pasado martes 30 de octubre cuando Juan Villar, 76 años, rompía a llorar como un niño ante el público que, llenando prácticamente el Palacio de Congresos de Cádiz, le dedicaba, de pie, una atronadora ovación. La emoción le podía definitivamente a toda una institución del flamenco gaditano, tras más de una hora de homenaje de compañeros y amigos de profesión, que antes de agradecer tanto cariño como mejor sabe hacer, cantando, recibió de manos del alcalde de Cádiz, Bruno García, una placa conmemorativa. Leer noticia completa