El Xerez Deportivo FC afrontaba el encuentro contra Ubrique UD con doble responsabilidad, pues a la habitual obligación de ganar cada encuentro, los azulinos se autoimponían la de colocarse la toga de ‘juez’. Y es que había que tener en cuenta que la lucha por el resto de puestos de ascenso estaba en juego y los de Carlos Orúe la afrontaban con máximo respeto y manteniendo la misma intensidad que les ha permitido dar recientemente un nuevo salto de categoría.

Muestra de lo enchufados que salieron los xerecistas es que el primer tanto de la tarde llegaba en un saque de esquina cuando todavía no se había alcanzado el primer minuto de juego. Exactamente corría el 41º de los segundos del encuentro cuando Barba cabeceaba al fondo de la portería el esférico y hacía subir el 1-0 al luminoso de Chapín.

Pese a lo prematuro del tanto azulino, el Ubrique no se descomponía y plantaba sobre el rectángulo de juego de Chapín la seriedad, orden y calidad de uno de los conjuntos más serios de la categoría. Aún así no era suficiente para frenar el potencial xerecista en las jugadas a balón parado y en el 17′ de partido aparecía Romerito en el espacio aéreo de Chapín para cabecear un centro desde la esquina y hacer el segundo de la tarde.

Tal como sucedía en el arranque del duelo, este segundo golpe tampoco descomponía la figura de un cuadro serrano que incluso se atrevía a pisar el terreno de juego rival con el balón en los pies. Una llegada a línea de fondo en la que Lolo se quedaba sin campo y un buen pase en profundidad al que Edu Villegas respondía con una rápida salida, fueron los mejores acercamientos de los visitantes antes del descanso.

En el segundo tiempo el proceso habitual de descomposición de los visitantes a Chapín comenzó cuando el Ubrique se quedó con un hombre menos. Buzón Vargas se vio tan obligado a sacar roja directa a Montero, como el defensa a placar a Biri en la frontal cuando el veloz xerecista se disponía a plantarse sólo delante del portero del Ubrique.

Poco después, Padilla se incorporaba al ataque para ponerle la puntilla al cuadro serrano. El lateral, acompañado por Guille, en un claro dos contra uno, arriesgaba y hacía el tercero del Xerez.

Ya en los minutos finales, Pedro Herrera cerraba el marcador. El delantero tuvo una muy clara de cabeza que Benji detuvo con un paradón. Pero el atacante azulino se había propuesto dar continuidad a su racha goleadora, y poco después se revolvía bien en la frontal del área chica para cerrar el marcador con el 4-0 con el que el ‘juez’ azulino imponía la ley del más fuerte.