Si algo pensamos cuando hablamos de nuestro hogar, en cuanto al descanso, éste es el dormitorio. Este espacio dedicado a nosotros, con una cama y unos armarios que definen nuestro ritmo de vida, es cada día un espacio más cuidado y arreglado, puesto que para muchos es una identificación de la personalidad de quien lo habita. La habitación en la que se encuentra descanso tras un día de trabajo o en la que se puede pasar un día entero estando de vacaciones es hoy en día más animada y colorida que antes, debido al desarrollo moderno del hogar en sí, una vivienda y un taller a la vez. 

Es entonces muy importante poder acondicionar nuestro lugar de descanso según nuestras necesidades, gustos y preferencias. El dormitorio es el espacio en el que el primer objetivo es relajarse, sea leyendo un libro, sea estando simplemente tumbado en la cama. El primer paso para arreglar este cuarto es el de dirigirse a un experto de interiores y diseño que sea capaz de entender las necesidades estilísticas del cliente y que pueda dar forma concreta a sus sueños con sus habilidades creativas y arquitectónicas.

La posición de la cama, individual o doble, destaca como el primer elemento a definir, con el objetivo de poder después disponer los muebles a su alrededor, puesto que  es el mueble que más espacio ocupa. Otro mueble importante es el armario, que puede ser a espejo, mientras que la mesita de noche y un eventual escritorio son complementos secundarios pero que ayudan a vivir mejor el dormitorio, sobre todo a los que les gusta leer y escribir.

El ambiente tiene que ser vivo y luminoso, por ende hay que elegir bien los colores de las sábanas de la cama y los de las paredes, que juntos con la luz procedente de las ventanas puede otorgar aquella armonía cromática necesaria para dar un impacto visivo bonito y limpio. Se puede escoger también un tipo de suelo en parquet para poder caminar sin zapatillas, pero lo importante es conseguir un buen equilibrio para aprovechar perfectamente el espacio.