Nació como una idea descabellada, de esas que a veces tienen las cofradías, pero nació bendecida por la presencia eterna de Madre Angelita, la santa sevillana a la que la hermandad del Consuelo tiene por titular. Se trataba de sacar una procesión con la santa sevillana, pero con los más jóvenes como protagonistas. Y lo que al principio era una locura, fue poco a poco asentándose, y cogiendo hechuras de procesión grande, hasta llegar a lo que es hoy, una delicia de salida procesional donde los niños se ponen sus costales, donde los mayores renuncian a sus varas, y donde el Pelirón se entrega a una santa a la que tiene especial devoción.

Poco importó que estuviera lloviendo. Nada importó que Santa Ángela apenas se asomara a la puerta de la capilla para volver minutos después. Lo importante era ver la ilusión en los rostros de los más pequeños, el amparo de sus madres, de sus abuelas, y la posterior convivencia en torno a una berza en la casa de hermandad. Lo que importó de verdad fue ver una eucaristía llena de fieles, y un acto cultual cargado de sentido. La cámara de Iván Caro se encargó de captar todos los detalles, los que puede ver en esta galería que les ofrece, en exclusiva, Reporteros Jerez.