“Estaba mareado, despejé una pelota con la cabeza y la vista se me nubló. Cuando el árbitro pitó el final de la primera parte no me dio tiempo ni a llegar al banquillo cuando desconecté de todo. Pareció que me había ido de la tierra”. Con estas palabras cuenta Álvaro Lechuga a Reporteros Jerez las sensaciones que tuvo justo antes de desplomarse sobre un campo de fútbol este fin de semana.

Enorme susto en el fútbol base jerezano. Ocurrió este domingo 4 de noviembre en un partido de juveniles, del grupo 1 de Primera Provincial, que enfrentaba al conjunto de Lechuga, el San Benito, con la Roteña. Un encuentro en plena lucha por las primeras posiciones que pudo acabar en tragedia. Afortunadamente, Álvaro se encuentra ya en casa recuperándose de este gran susto. Este medio día recibía el alta hospitalaria tras ser ingresado ayer totalmente inconsciente y temiéndose por su vida. Lo ocurrido hasta el momento en el que cayó desplomado al césped del Manuel Millán lo narraba así Álvaro Lechuga: “No recuerdo mucho, la verdad, pero sí que momentos antes de llegar al descanso le dije a mi compañero Álex Gil que me encontraba mal. Él me dijo que teníamos que apretar que iba a llegar pronto el final de la primera parte. Después en otra jugada al capitán Martín le comenté que estaba mareado. Seguidamente nuestro portero mandó una pelota arriba y cuando la toqué de cabeza se me nubló la vista. Fue como si te pasan una mano por los ojos y no ves por momentos. Segundos después el árbitro pitó el descanso. Me fui hacia el banquillo, pero ni si quiera  pude llegar. Me eché hacia atrás y ya solo recuerdo que nuestro entrenador, Cayetano, me decía ‘Álvaro mira, Álvaro mira, Álvaro mira’. En ese momento desconecté de todo, me quedé en blanco y parecía que no estaba en la tierra. Sólo veo al pensarlo a una mujer rubia que me decía ‘Álvaro, Álvaro, Álvaro”.

Así relata Álvaro lo sucedido. En ese momento, las escenas de pánico y horror no dejaban de sucederse sobre el campo mientras esperaban la llegada de una ambulancia, que según los propios miembros del club de San Benito, “tardó en llegar”. Mientras, Álvaro ya estaba desplomado en el césped. Lo siguiente lo recuerda con mejor ánimo y recuperado. Ya en el hospital, Lechuga se encontraba sin ningún síntoma negativo y en perfectas condiciones. Al parecer, hace dos meses este futbolista del San Benito se mareó cuando paseaba en bicicleta. Entonces los análisis le sacaron anemia, algo que en esta ocasión quedó descartado. “El médico me preguntó hoy que como estaba  y me dijo que me daba el alta. Se van a hacer más pruebas, ya que no han sacado nada. Ahora tengo que estar relajado, sin hacer deporte ni jugar al fútbol, y que me tome la vida con calma”, añade Álvaro Lechuga desde su casa rodeado de familiares y amigos.

Por último, quiso lanzar este mensaje de agradecimiento: “Muchas gracias a todo el mundo que se ha preocupado por mí. Afortunadamente estoy bien y todo ha quedado en un susto. Las muestras de cariño de la gente han sido muchas y estoy agradecido”.