La nota positiva en este gris Xerez la dio ayer Manuel Ruz. El valenciano, desde hace varias semanas en Valencia tratándose de una pericarditis, se acercó a Chapín para hacerle una visita a sus compañeros y darles ánimos de cara al tramo final de Liga, complicado tramo final de Liga.
“He venido de visita porque tenía ganas de ver a la gente, pero aún tengo que ir a Valencia a hacerme más pruebas”, comenta el lateral diestro, quien añade que “en unas semanas volveré para quedarme una temporada”.
Ruz, quien ya pasara por este mismo trance a finales de 2012, reconoce que la recaída fue “un palo duro pero ya estamos en la recta final y hay que animar, tanto a los compaeros como a mí mismo, e intentar ganar este fin de semana que para eso he venido, para animarles y que puedan ganar”. El azulino está sufriendo la mala racha de resultados de su equipo desde una segunda fila en la que siente “rabia e impotencia”: “La verdad es que desde fuera sientes una gran impotencia, estar en casa y no poder ayudar duele, pero a cada uno le toca y ahora al menos estoy con ellos, lo que es una gran alegría porque tenía ganas de verlos”.
En cuanto al futuro, Ruz relata que “me siguen haciendo algunas pruebas y cuando mejore volveré a empezar a entrenar, los cardiólogos lo llevan con mucha paciencia porque es un tema de corazón y siempre relatan lo mismo, paciencia y de eso me tengo que armar yo. Cuando me den el alta, volveré otra vez”, dejando claro que “no pienso arrojar la toalla porque eso es lo último que hay que hacer en esta vida”.