Marcelo Villaça (Jerez, 1994) ha sido la novedad del Xerez en una temporada para olvidar. A sus  18 años, el joven lateral derecho se ha convertido en el canterano más utilizado por Carlos Ríos con tres partidos disputados y un total de 44 partidos, aunque podría despedir la temporada con la titularidad ante el Barcelona B.

“Estoy contento porque el trabajo diario que he realizado en el equipo juvenil de División de Honor y las ganas y la ilusión que le he puesto desde que empezó la temporada han tenido su recompensa finalmente”, destaca el canterano en declaraciones a REPORTEROS JEREZ, añadiendo que “no quiero pensar en el futuro. Yo prefiero ir poco a poco, pero si no juego de titular no pasa nada. Yo estoy trabajando cada día para tener minutos y si salgo a jugar intento hacerlo lo mejor posible, pero por mí jugaría de todo”.

Con la cabeza bien amueblada y los pies en el suelo, Marcelo destaca el papel de Carlos Ríos en el día a día: “El míster me aconseja siempre, no para de decirme cosas, que no pare de entrenar y que aprenda mucho, porque solo el hecho de estar en el vestuario de un equipo de Segunda, o viajar con los compañeros, son cosas que ayudan y con las que se aprende mucho”. Sin embargo, en casa tiene a otro entrenador, su padre, Ricardo Villaça: “En casa ya tengo al entrenador que me corrige siempre. Mi padre no para de decirme cosas. Digamos que mi madre es la buena y mi padre el que me da caña”.

En cuanto al futuro, el lateral derecho muestra cordura y no quiere más que pensar en el presente, como jugador del División de Honor Juvenil y canterano que está aprovechando los minutos con el primer equipo: “No pienso en eso. Yo siempre he trabajado con la intención de tener mi oportunidad algún día en el equipo filial, no pensaba en otra cosa. He ido a más, entrenando mucho y fuerte y he tenido la recompensa de los minutos que he disputado. No quiero pensar más allá. Soy jugador del juvenil, pero a día de hoy solo pienso en trabajar para ganarme ir convocado al próximo partido. Es un sueño ganarme esa titularidad, pero me preocupa más el presente”.

Para acabar, el canterano analizó el mal momento personal de algunos de sus compañeros del Xerez B, que no cobran desde hace meses: “Yo no cobro nada y a nivel personal no me afecta, pero sé que hay compañeros que, por muy poco que ganen, llevan ese dinero a casa y su familia necesita de ese dinero. Están pasando por un momento muy malo y es una pena porque hay gente que lo está pasando muy mal”. Y es que hay que tener en cuenta que en el filial azulino había jugadores que tenían estipulado cobrar una cantidad cercana a los 500 euros mensuales y que el club, a día de hoy, no ha cumplido.