Después de que la Policía Local anunciare la imposición de 13 denuncias en San Mateo por el consumo de alcohol en vía pública en zona no autorizada en los últimos días y desde el Ayuntamiento de Jerez se destacara que se ha producido una reducción notable en la actividad en la zona, el presidente de la A. VV. Centro Histórico, Alejandro González ha querido responder advirtiendo de que “el problema del botellón está lejos de erradicarse”.

El segundo teniente de alcalde y delegado de Personal y Seguridad, Javier Durá, valoró “positivamente la labor preventiva de la Policía Local a la hora de paliar los efectos del botellón y la comunicación fluida que mantenemos con los vecinos afectados. Hemos notado que el número de jóvenes y no tan jóvenes que realizan esta práctica incívica en la zona está disminuyendo. Haremos balance al final del verano y pondremos sobre la mesa nuevas alternativas en materia de Seguridad, en consenso con los vecinos lógicamente, para su estudio y aplicación”.

Durá, que se reunió junto al jefe de la Policía Local, Manuel Cabrales, el pasado 5 de agosto para tratar con los representantes de la asociación de vecinos Casco Histórico la organización del dispositivo, mantendrá en septiembre un nuevo encuentro de balance con la citada asociación para realizar un balance del dispositivo y para perfilar lo que ya les anunció en dicho encuentro: la creación de una unidad específica de la Policía Local para prevenir la práctica del ‘botellón’, que se denominaría “Unidad de Intervención y Apoyo”.

La A. VV. Centro Histórico ha emitido un comunicado con lo siguientes puntos:

• 1º Agradecer a la Policía Local su actuación y su contundencia a la hora de sancionar estas prácticas ilegales. Si se hubiera hecho así desde Octubre, que es cuando comenzamos a reclamar, no hubiéramos llegado al verano en esta situación. Ésto no quita que haya quejas por parte de algunos vecinos por el comportamiento concreto de algún agente, sobre todo al ser atendidos telefónicamente pero, en general, la actuación está siendo buena. Agradecer también a Manuel Cabrales su buena disposición a la hora de tratar con nosotros y su implicación en este caso.
• 2º Precisamente he hablado con los vecinos sobre este fin de semana y se concluye que la zona baja (desde el eje que marca la plaza Basurto hacia el Arroyo) ha sido la más afectada, sobre todo la cuesta del Espíritu Santo, calles Madroño y Lepanto (que amanecieron el viernes llena de bolsas de botellón) y calle Granadas. En esta última se han producido persecuciones entre jóvenes y policías, hechos que llevan repitiéndose semanas, sin que la policía haya podido imponer sanciones debido a la fisionomía de esa calle que favorece la huída de personas pese a su buena disposición y profesionalidad. Del mismo modo, se siguen viendo a grupos con las bolsas de botellón por todo el Centro Histórico.
• 3º No podemos caer en el engaño de reducir las situaciones a números: el hecho de que haya menos denuncias no tiene porqué ser síntoma de que la situación haya mejorado. Como he dicho, hay muchas denuncias que no se interponen por distintos motivos. No obstante, consideramos que el dispositivo policial, con el carácter sancionador que tiene, dará progresivamente sus frutos, pero no conviene hacer declaraciones triunfalistas a las dos semanas cuando llevamos diez meses de dispositivo y el problema no se ha erradicado.
• 4º Tampoco podemos caer en el debate semántico a la hora de hablar de botellón: es cierto que la práctica de éste ha disminuído considerablemente, pero los problemas derivados del mismo se siguen manteniendo (tráfico desmesurado, gritos, peleas, destrozos en vehículos y mobiliario,, suciedad, relaciones sexuales en la calle….). También es verdad que siguen amaneciendo bolsas y vasos, síntomas de que el botellón propiamente dicho se sigue realizando.
• 5º No pretendemos con todo esto mostrar hostilidad hacia los jóvenes y su derecho al ocio, es más, pensamos que este derecho se puede practicar sin perturbar a los vecinos y su entorno, pero no somos nosotros (ni ellos) los que tenemos que proponer las alternativas, para eso ya hay una Delegación de Juventud que la tiene que llevar a cabo.
• 6º Es cierto que la comunicación es fluída con la Delegación de Seguridad y la Policía Local y confiamos que la situación mejore desde la Mesa del Centro Histórico. Pese a ello, no se nos debe escapar que llevamos 10 meses con esto y que el problema está aún lejos de erradicarse.
• 7º Volvemos a declarar que el botellón es el menor de los problemas que tiene este Centro Histórico y que, con verdadera voluntad de acabar con él, es un problema que se acabaría en corto plazo de tiempo. Nosotros nos seguimos reafirmando en la problemática patrimonial y poblacional como la más acuciante de la zona. La solución a esos dos problemas conllevaría la mejora y el relanzamiento definitivo de este Centro Histórico como zona turística, cultural, residencial y de ocio.