La cúpula del Xerez DFC ha querido mostrar su más firma rechazo a los incidentes acaecidos el pasado domingo en el Antonio Barbadillo de Ubrique. Los incidentes que obligaron a suspender el encuentro entre el Xerez y el cuadro de Ubrique han tenido respuesta institucional dentro de un club que ha vuelto a pedir a la Federación que se garantice la seguridad en los campos.
“Ha sido una vergüenza”, reconoce de manera categórica Pepe Ravelo, presidente del club. En declaraciones a la Cadena Cope, Ravelo destaca que “nosotros tenemos un equipo para jugar al fútbol, nuestra afición va a los sitios a ver a su equipo ganar y a animar, es realmente lamentable, otra cosa no puedo decir”, añadiendo que “si las autoridades levantan actas y hay nombres y apellidos habría que tomar medidas aunque eso hay que demostrarlo, sinceramente estamos un poco cansados de que la culpa la tengamos siempre nosotros”.
Y es que el mandatario azulino entiende que “nosotros vamos a divertirnos y vamos a pedir de aquí en adelante que haya seguridad en los campos a los que vayamos, nosotros nos gastamos 700 euros en tema de seguridad en Chapín y lo hacemos con mucho gusto para que no haya problemas, lo que si tengo que decir es que los equipos no tienen culpa, son los cuatro de siempre”, añadiendo que “estamos hartos de las bengalas también y de cualquier cosa que sea mala de nuestro equipo”.
También José Antonio Pérez-Rendón, vicepresidente del Xerez DFC, rechazaba los actos violentos del domingo. “El fútbol y el alcohol no hacen buen maridaje”, destaca el mandatario xerecista, reiterando que se intentará identificar a los culpables, a pesar de lo complicado que pueda ser: “”Lo vi de una banda a otra, y creo que todo el mundo se dio cuenta cuando ya estaba ardiendo el césped, ni siquiera vimos el lanzamiento de la bengala sino la llamarada del césped. Entonces, ¿quién había lanzado la bengala? Había allí infinidad de gente pegando saltos. Para mí fue el detonante pero la culpa de todo es la falta de vigilancia. El alcalde el pobre no sabía dónde meterse. Estaba todo previsto pero faltaba algo fundamental: un solo vigilante, policía local o bien vigilancia privada”.
Pérez-Rendón, además, recuerda que hace pocas semanas “estuvimos viendo el Ubrique-Guadiaro y no me gustó mucho la actitud de estos señores y ya comenté entonces que allí no había un mal guardia. Sólo estuvieron los familiares de los jugadores pero les pusieron de todo menos bonito. Incluso al reconocer a Carlos Orúe y a Dani Pendín ya nos dijeron cositas, que si jerezanos esto y lo otro, pero en fin. Nos sorprendió no ver vigilantes”. Además, el vicepresidente del club es claro y reconoce que “en muchos de estos campos donde nos dicen que va a haber una barra libre, si ellos mismos llaman a la Guardia Civil lo primero que hace es no permitir que se venda alcohol. ¿Qué ocurre? Que no nos interesa llamar a la seguridad porque nos interesa hacer caja. El Xerez salva los presupuestos de todos estos equipos. Cuando íbamos a salir a competir en julio, en esta categoría había 11 equipos inscritos. Nace este Xerez y todo el mundo empieza a hacer equipos. De 11 a 20. Todo el mundo hizo sus cálculos. En Ubrique había gente de todos los pueblos, era una fiesta de la Sierra: por tres euros y cervezas a un euro. Tú puedes coger una tajada impresionante con cinco euros, así de claro”.