Rodrigo Valle- Admirado Carlos,
No me han cogido de sorpresa sus declaraciones en referencia a José Tomás. Sus oyentes estamos acostumbrados a que dice lo que piensa y a mí, personalmente, no me parece mal. De hecho me considero un seguidor de su programa allá donde ha estado.
Sepa que si me atrevo a escribirle esta carta es porque dudo que nadie le conteste a sus declaraciones. Todo el mundo sabe del corporativismo en todos los oficios y, más aún, en el periodismo.
En primer lugar quiero decirle que sus opiniones son totalmente subjetivas. No piense que está del lado de la razón. Para que eso ocurra hay que ser objetivo. Hay veces que viene bien mirarse el ombligo propio antes que el ajeno.
Como bien dice, José Tomás, es la “atracción de muchas ferias”. Ojo, el de Galapagar, es la atracción de las ferias taurinas porque tiene la capacidad de atraer al público y al aficionado para llenar, cada tarde, el coso donde torea. Mejor dicho, torea una tarde, o dos como en el caso de Valladolid, y llena todos los días que comprende el abono de turno.
Me parece irrisorio que usted se sorprenda de lo que cobra José Tomás y de sus exigencias. Seguramente, su remuneración en COPE no es la misma que la de otros compañeros suyos que guían programas en otras cadenas y en el mismo horario. Me gustaría saber si la incorporación, por ejemplo, del entrañable Naranjo a COPE ha sido una exigencia suya o de la cadena. Cada uno exige lo que puede, como puede y hasta donde puede. Ese poder de exigir lo da la demanda. A ver si después de miles de programas hablando usted de economía y finanzas no va a entender eso de “la oferta y la demanda”.
Pero José Tomás no sólo llena en la plaza. Está más que comprobado que en la ciudad donde el diestro se anuncia para torear, el turismo aumenta considerablemente y por tanto el sector servicios (hoteles, restaurantes, tiendas, transporte público,..) experimenta un aumento notable en su facturación. Si no se lo cree, pregunte a sus oyentes.
Se ha atrevido a decir que torear exige, además de malabarismos, comprometerse con todos los toreros, en todas las plazas, con todas las ganaderías,..”
Un ferviente defensor de la tauromaquia como usted no debería insinuar que las actuaciones de un torero en la plaza, sea quien sea éste, son malabarismos. Como dijo el académico francés, Henry de Montherland, “El toreo es el único arte que juega con la muerte”. Debería saber mejor que nadie, que por tantos callejones, barreras y tendidos se pasea, que en el toreo no existen malabares sino verdad. Debería saber que el toreo es un espectáculo serio donde uno se juega la vida en cada instante y en cualquier lugar. El toro no entiende de plazas o toreros importantes o no. Desgraciadamente, tenemos como ejemplo el caso reciente de la muerte del maestro Victor Barrio en Teruel. Por favor, le ruego que deje esa palabrería (globetrotters y malabares) para otros menesteres.
Cuando se refiere a la relación de José Tomás con los medios, le intenta pegar una cornada al de luces sabiendo que éste no se va ni a mirar la taleguilla por mucho daño que le haga. Me gustaría oírle criticar a ciertas personas que a usted le conceden entrevistas y, sin embargo, éstos mismos no se las conceden a otros medios de la competencia. Digo yo que a esos también debería decirle, cuando se sienten a su lado, que están “censurando” a otros compañeros de profesión.
Sinceramente creo, señor Herrera, que lo que ocurre es que José Tomas No le “baila el agua” a nadie. Él va a lo suyo y no entiende de periodistas ni de famosos ni de políticos ni de reyes. De lo que entiende José Tomás es de torear. Es lo que sabe hacer y para lo que ha nacido. Lo tiene más que demostrado.
Habla usted de que Tomás no torea en Madrid o Sevilla. Tiene gracia porque, hoy por hoy, en el escalafón, no hay un torero que sume más puertas grandes de Madrid y Sevilla juntas. Sólo en Madrid son 7. Entre los toreros con quien más ha alternado se encuentran José Miguel Arroyo “Joselito”, Enrique Ponce, Julián López “El Juli”, Juan Serrano “Finito de Córdoba”, César Rincón o Morante de la Puebla. Supongo que no pensará que estos diestros son de segunda.
Desde luego, cualquiera que no oiga su programa y lea sus declaraciones (que no es mi caso) puede pensar que lo único que persigue es captar oyentes. Ya sabe usted que José Tomás, le guste o no, siempre es noticia y eso vende.
Lo de comparar las actuaciones de José Tomás con los “globetrotters” y sus “malabarismos”, me ha dejado perplejo. Pero, además, a los seguidores de los globetrotters les llama ingenuos. ¿Cree usted de veras que los seguidores de José Tomás son ingenuos? No sabía yo que había tantos ingenuos por el mundo. Si piensa que sí, que espero que no, tengo que decirle que el que se cree la última casera de las marismas es usted.
Un fósforo.