Se trata de unas obras de lo más esperadas. Se puede decir, de hecho, que hacía una década que se esperaba que comenzasen. Es el tiempo que lleva cerrada la iglesia de Santiago, sin duda uno de los templos más emblemáticos de la ciudad. Este jueves han comenzado los trabajos de rehabilitación que acomete la empresa pública Tragsa con un presupuesto que supera los dos millones de euros, una financiación que asume el obispado ayudándose de las aportaciones ciudadanas. Se estima que tendrán una duración de 14 meses, por lo que, tal como se ha puesto de manifiesto en una visita de autoridades a las obras, se espera que pueda reabrir sus puertas en la primavera de 2015.
La primera fase de las obras será la cimentación del ábside, que se encuentra muy deteriorado. Se empleará para ello una novedosa técnica, caracterizada por ser poco invasiva, para intentar conservar la mayor parte de una estructura que cabe recordar que cuenta con más de seis siglos. El director de obras, Emilio Yanes, ha explicado que es “una operación exclusiva” y Jerez “puede vanagloriarse de ser la ciudad donde, por primera vez, se consolida una iglesia catedral desde los pináculos hasta el suelo, atravesando íntegramente toda la estructura”.
Una segunda fase de los trabajos se centrará ya en recuperación y rehabilitación del edificio.