La llegada de Miguel Ángel Cordero a la élite del fútbol griego fue una sorprea de última hora de un Xerez que ya había comenzado el campeonato liguero. El centrocampista sevillano había firmado dos grandes campañas en el conjunto azulino y siempre estuvo en el punto de mira de equipos de mayor categoría, pero su traspaso al AEK de Atenas fue inesperado. Leer noticia completa