Los centros sanitarios de la provincia mantienen inmovilizadas 2.860 unidades de vacunas antigripales estacionales Chiromas y Chiroflu después de la orden de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Según explican a través de un comunicado desde la Consejería de Salud, “las vacunas han sido inmovilizadas por un problema de calidad y no de seguridad. Por tanto, las personas a las que se les haya administrado la vacuna pueden estar tranquilas, ya que no existe ningún elemento que indique que hay un riesgo para su salud. En consecuencia, no necesitan acudir al médico”.
El problema detectado en estas dosis -fabricadas por la compañía Novartis V&B- ha sido “la apreciación visual de unas partículas blancas flotantes en ejemplares de jeringa. Se ha procedido a analizar las partículas y los primeros resultados determinan que se trata de proteínas que componen la propia vacuna y no de material externo”.
Las 2.860 vacunas que no se van a utilizar en Cádiz son un 14% de las 20.000 afectadas por la medida en toda la comunidad autónoma. Desde la Consejería de Salud insisten en que “es una medida exclusivamente de precaución ya que no se ha constatado ningún incremento del número de reacciones adversas”.