Ni las denuncias vecinales ni las continuas intervenciones policiales están sirviendo para poner freno al coto de delincuencia implantado en la avenida de México. El pasado fin de semana se escribió otro capítulo de disturbios con la actuación de los agentes en dos trifulcas ocurridas en la noche del sábado, con unas pocas horas de diferencia. Como han contado a este medio fuentes de la investigación, la primera de ellas ocurrió al principio de la noche cuando desde el pub Cohíba alertaron de la presencia de un grupo de jóvenes que estaban formado gresca. Según estas fuentes, se trataba de unos clientes que tuvieron un desencuentro con una camarera y acabaron agrediéndola a ella y a otro cliente que se hallaba en ese momento en el local.
Los primeros en acudir a la llamada fueron funcionarios de la Unidad de Prevención y Reacción de la Comisaría, aunque desafortunadamente no lograron atrapar a los maleantes, que huyeron antes de que la Policía los pudiera alcanzar. El propietario del negocio, por su parte, mostró su intención de denunciar los hechos ante los golpes que presentaba el cliente y los arañazos sufridos por la chica. Al cabo de unas horas fueron los vecinos de la misma zona los que volvieron a llamar a los agentes, en esta ocasión por una pelea ocurrida en plena calle. Como informan estas fuentes, a su llegada los patrulleros sorprendieron a un grupo de jóvenes en la puerta del pub Ópera en medio de una fuerte discusión, presuntamente motivada por los celos.
En el altercado, compuesto por una decena de personas, participaban hombres y mujeres algunas de origen sudamericano cuyos gritos había alertado al vecindario. Nada más llegar los agentes, el grupo se dispersó y la cosa no llegó a mayores. Lo que se desprende de todo esto, como corroboran desde la propia Policía, es que los disturbios se suceden cada fin de semana en la avenida de México sin que nadie tome cartas en el asunto. Los residentes denunciaron hace una semana los problemas derivados de la prostitución en Reporteros Jerez, mostrando su preocupación por el brote de violencia y delincuencia que invade la zona. A pesar de sus continuas reivindicaciones, siguen conviviendo con ello día a día.