El anexo de Chapín ha amanecido hoy como un cementerio. Y no porque el Xerez ya esté sin vida, muerto y enterrado (deportivamente hablando), sino porque el campo de entrenamiento estaba lleno de cruces clavadas en el césped con los nombres de los jugadores del conjunto azulino, así como de los dirigentes. Además, el acto de protesta lo completaba una pintada dirigida a los jugadores en la que se podía leer: “Con vuestras primas pagaréis vuestros ataúdes”.