El delegado de Urbanismo y Movilidad Agustín Muñoz, ha confirmado que, en el día de hoy miércoles, técnicos del área de Disciplina Urbanística han inspeccionado el estado del inmueble de la calle Prieta número 15, cuya fachada se derrumbó ayer martes, para evaluar la situación y estudiar las medidas de seguridad a adoptar, dado el estado de precariedad estructural en que han quedado los forjados que apoyaban en el muro que se ha desplomado, y que según la inspección realizada, existe la amenaza de nuevos desplomes en la fachada.
Ante esta situación, Agustín Muñoz ha informado de que el Ayuntamiento ordenó el desalojo de la finca del número 17 para evitar posibles riesgos a terceros; asimismo, la zona afectada permanece cortada al tráfico rodado y al paso de peatones como medida de seguridad.
También se ha estado inspeccionando el inmueble de la calle Beato Diego de Cádiz, número 3, donde en el día de ayer se produjo el derrumbe parcial del forjado de la primera crujía de la edificación. Durante la inspección se han estado analizando los daños ocasionados al objeto de determinar las medidas preventivas a adoptar para evitar el deterioro progresivo de los forjados y los posibles riesgos a sus habitantes, que permanecen desalojados desde ayer.
Susto sin consecuencias graves. Eso es lo que han vividos los vecinos de la calle Prieta en el centro de Jerez cuando esta tarde se han visto sorprendidos con el derrumbe de una vivienda abandonada. Los bomberos se han desplazado de inmediato hacia la zona para evitar percances e incluso allí mismo se han visto sorprendidos con el desprendimiento de una parte de la fachada, sin que, afortunadamente, se hayan producido heridos ni entre los miembros del cuerpo ni entre los vecinos ni transeúntes, ya que acordonaron la zona de inmediato.
Pocas horas antes se ha producido otro derrumbe, en este caso de un techo en el número 4 de la calle Beato Diego de Cádiz, cuando dos personas se encontraban en el interior de la vivienda aunque no se han producido daños personales.
EL AYUNTAMIENTO GARANTIZA LA SEGURIDAD
El delegado de Urbanismo y Movilidad, Agustín Muñoz, ha explicado que el Ayuntamiento va a realizar una evaluación del estado del edificio en obras situado en la calle Prieta número 15, al objeto de comprobar la estabilidad del inmueble, cuya fachada se ha derrumbado esta tarde, y adoptar de forma subsidiaria posibles medidas de consolidación.
El delegado de Urbanismo, que junto con el teniente de Alcalde y delegado de Seguridad, Javier Durá, han estado en el lugar donde se ha producido la incidencia, ha avanzado que ante el riesgo de nuevos derrumbes debido al mal estado de la fachada, se ha cortado la calle en la zona afectada para proceder de forma inmediata a la adopción de las medidas necesarias para garantizar la estabilidad del inmueble y evitar peligros a terceros.
Javier Durá ha confirmado la zona afectada permanecerá cortada mientras se llevan a cabo los trabajos de consolidación del inmueble.
Agustín Muñoz ha explicado que se trata de un edificio destinado a la construcción de cinco viviendas cuyas obras se encontraban paralizadas desde hace años lo que provocó una serie de denuncias por abandono de la obra y el consiguiente deterioro de la edificación; en consecuencia, desde la Delegación de Urbanismo se inicia un expediente disciplinario y se da la orden de ejecución de medidas cautelares consistentes en el tapado de los huecos de la fachada.
Tal y como ha añadido el delegado de Urbanismo, el derrumbe de la fachada ha dejado en evidencia defectos constructivos de la obra ejecutada hasta la fecha, por lo que se realizará una evaluación del estado actual del inmueble para averiguar el grado de inestabilidad del mismo y adoptar, de forma subsidiaria, las medidas de consolidación que fuesen necesarias.
Por fin llegó el día. Tras años de angustia en los que han visto peligrar sus vidas y las de sus seres más queridos, los vecinos de los pisos apuntalados de La Asunción han asistido hoy al inicio de las obras de urgencia que se acometerán en el bloque 6 de la calle Desconsuelo. El fin de los trabajos, que durarán alrededor de 20 días, no es otro que el de acabar con el riesgo que supone para los residentes el estado en el que se encuentra el inmueble. La rehabilitación integral, no obstante, que ya alcanza los seis años de demora, tendrá que esperar. A pesar de ello, hoy es un día de fiesta para los interesados que esta mañana han desalojado el edificio instalándose en casas de familiares, hasta que puedan retornar a las suyas propias.
“Llevamos dos años sin dormir por el miedo a que esto se derrumbe -explica Ana Ramírez, que durante esos dos años ha vivido en el mismo bloque pero en casa de su hija, después de que Urbanismo le urgiera a que abandonara su vivienda, ubicada en el último piso-. Éste ha sido nuestro regalo de Reyes y estamos nerviosos y al mismo tiempo felices, pues después de tantos años no nos lo creemos”. En concreto, los obreros se dedicarán a tirar la forja del inmueble y levantar una nueva con el objetivo de instalar una estructura firme que no corra el riesgo de derrumbarse. Se quitarán así los puntales y los vecinos podrán respirar tranquilos, a la espera de una remodelación completa para la que aún no existen plazos.
Estas ejecuciones se están llevando a cabo en el marco de un convenio firmado con la Delegación Territorial de Vivienda, cifrado en 350.000 euros y del que también se beneficiarán los vecinos de La Vid y La Constancia cuyas propiedades se mantienen levantadas a duras penas. En el caso de La Asunción, los residentes abonarán el 5% de los trabajos gracias a los ahorros de la comunidad, pues como asegura Ana hay vecinos que apenas si subsisten con la ayuda de 400 euros. Ana Carmen es otra de las vecinas beneficiadas, y aunque su vivienda situada en el bajo no corre peligro en sí, también ha tenido que abandonarla transitoriamente como el resto, ante el riesgo de sufrir los ‘daños colaterales’ de las obras.
“Ya podremos descansar en paz. Cuando ha habido lluvias o simplemente una ventolera, es que no hemos pegado ojo. El día que acaben las obras, por fin perderemos el miedo a estar en nuestra propia casa”. Algo que, si todo marcha según lo previsto, llegará el mes que viene y al menos estos vecinos podrán empezar el año con buen pie después de tanta inquietud y de tanta espera.
Si llueve de manera intensa el temor es grande; si soplan ráfagas de viento el miedo puede llegar a ser aún mayor. El otoño y la llegada inminente del invierno no dan tregua a los vecinos de los pisos apuntalados de La Asunción, que hace un mes y medio arrancaron la promesa de una intervención de urgencia por parte de la Junta de Andalucía y, hasta el momento ni una sola piedra se ha levantado. Lorena Velarde, portavoz de los afectados, llegó incluso a acampar varias noches seguidas a las puertas del Ayuntamiento junto con otros vecinos, hasta que la promesa del delegado provincial de Vivienda, Manuel Cárdenas, le hizo desistir en su empeño. Ahora, sin embargo, la falta de intervención ha mellado su ánimo y se pregunta si aquello no sería una estrategia más para desmontar la protesta y la continua aparición de los perjudicados en los medios.
“Dejamos la acampada porque nos aseguraron que en quince días empezarían las obras -recuerda Lorena-. Luego nos dieron largas porque faltaban papeles y comenzaron a decirnos que la semana que viene, y así sucesivamente. El 14 de noviembre nos dijo Cárdenas que por fin se iban a hacer, y ahora resulta que falta una firma. De esto hace ya mes y medio y nos parece todo un cachondeo. Estamos desesperados, porque llevamos así seis años“. Mientras continúa la espera, los vecinos colocan barreños en varios puntos del edificio ante la aparición de goteras, al tiempo que los ‘exiliados’ por el peligro de las viviendas apuntaladas siguen sin poder acceder a éstas, cuya estabilidad física pende casi literalmente de un hilo.
Para colmo de males, Lorena asegura que la última vez que ha llamado a la puerta de la Junta le han asegurado que no podían facilitarle mas información al respecto, lo que aumenta su desconcierto. “No pasa nada aquí porque Dios está con nosotros… Dicen que las cosas de palacio van despacio, pero no pueden olvidar el tiempo que llevamos esperando y el riesgo que corremos”. Como se recordará, los residentes de la última planta tuvieron que abandonar sus inmuebles por riesgo de derrumbe, lo que también supone un peligro añadido para los del resto del edificio. Los recortes presupuestarios frenaron las obras, hasta que las autoridades han comprendido que algunos arreglos constituyen una verdadera y urgente necesidad para los ciudadanos. Solo cabe esperar que esa premura se haga realidad y no haya que lamentar daños mayores
Ayer fue día de fiesta pero no de celebración para todos los españoles, como así se lo quisieron recordar a la alcaldesa los vecinos de La Asunción afectados por el riesgo de derrumbe de sus viviendas. A las puertas del cuartel de la Guardia Civil donde ayer se celebró la Hispanidad, se concentró un grupo de ciudadanos con carteles en los que denunciaban la difícil situación por la que atraviesan, debido al estado inhabitable de sus viviendas. Ana Ramírez fue la portavoz de la comitiva, y relató su caso explicando que ella misma ha tenido que mudarse a casa de su hija mayor junto con otra de trece años, debido a que su vivienda está apuntalada y podría derrumbarse en cualquier momento.
A pesar de ello y de que fue el propio Ayuntamiento quien le obligó a abandonarla, ahora le exigen a Ana que abone el IBI de un piso que no está disfrutando por el incumplimiento de las autoridades. “Somos personas y corremos peligro -sentenció-. Ahora no solo no lo arreglan sino que me demandan la contribución, cuando yo llevo dos años fuera de mi casa. No hay derecho”. Como insistió, los vecinos ni siquiera piden que se acometa la rehabilitación integral aprobada hace seis años, sino al menos un arreglo coyuntural que proporcione seguridad para que puedan volvera a sus casas y se evite el riesgo de derrumbe.
Durante su protesta, la primera regidora, María José García-Pelayo, se acercó a hablar con los manifestantes y les dio esperanzas sobre una pronta resolución del conflicto, puesto que el próximo lunes se reunirá con el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, que se ha comprometido a proporcionar un plan de actuación urgente para los casos más graves.
Como se recordará, a pesar de que el convenio está firmado desde hace seis años la rehabilitación, que depende en un 75% de la Junta y en un 25% del Ayuntamiento, ha quedado paralizada por falta de financiación.